jueves, 21 de agosto de 2008

Un extraño intento de estatización sin Estado. por Carlos Pagni


Una pena que el trámite de la ley de estatización de Aerolíneas Argentinas sea tan apresurado. La propuesta que envió Cristina Kirchner al Congreso demuestra, por la vía del absurdo, que el debate sobre la relación del Estado con las empresas privadas, sobre todo las prestadoras de servicios públicos, es cada vez más indispensable.

Basta con leer los fundamentos del texto que discutirán hoy los diputados. Una pieza que alcanzará la celebridad jurídico-literaria por lo excéntrica. Si no es que inspira un escándalo mayor y termina complicando en los tribunales al Secretario de Transportes por sus confesiones de invierno.

El mensaje de la Presidenta a las cámaras reconstruye la historia de Aerolíneas y de la administración que debía controlarla. Una vez agotada en siete fojas la canónica condena a las privatizaciones malditas, demuestra hasta el cansancio que el sector público argentino es incapaz de hacer cumplir las normas a las empresas sometidas a su regulación. Moraleja que no cabía esperar de un proyecto de estatización.

Cuando comienza a narrar lo que ocurrió a partir de 2003, es decir, de la llegada de Néstor Kirchner al poder, el texto pasa de la incongruencia a la autoincriminación. Mejor evitar comentarios y consignar el contenido de esa introducción al proyecto de Ley.

El Poder Ejecutivo afirma que, a partir del 25 de mayo de 2003, el Estado -como agente de contralor y a la vez socio minoritario-, se abocó al estudio de los balances de la compañía, debiendo rechazarlos por la falta de información y por las irregularidades detectadas. Lo mismo sucedió, afirma, en 2004 y 2005. Es decir, durante tres años el accionista mayoritario, el grupo Marsans, insistió en esos vicios que la gestión de Néstor Kirchner le reprochó desde que llegó al poder. Pero, se reconoce, no hubo forma de corregir o de evitar lo que se denunciaba.

Al contrario, el gobierno actual admite que su antecesor -que en el área de Transportes tenía también a Jaime como secretario-, "sin perjuicio de todas estas irregularidades y con el objeto de no afectar el servicio público en cuestión", mantuvo las rutas concesionadas en cabeza de Aerolíneas. No se detiene allí sino que agrega: "para garantizar la continuidad de la empresa y facilitar su acceso al crédito (atento que en 3 años vencían las rutas concesionadas) se le renovó la concesión para explotar servicios internos e internacionales".

Como si lo anterior no se hubiera dicho, dos fojas más adelante, los fundamentos que le hicieron firmar a la Presidenta citan el Código Aeronáutico para recordar que no se pueden dar concesiones sin constatar previamente la capacidad técnica y económico-financiera del explotador.

El proyecto consigna varios acuerdos con el grupo Marsans -en uno de ellos se amplió la participación del Estado- con la intención de corregir los incumplimientos. Ese propósito no se alcanzó, a pesar de lo cual, el Gobierno confiesa haber desistido de las acciones judiciales que había iniciado por la incorrección de los estados contables de la empresa a lo largo de tres ejercicios.

También recuerda que en noviembre de 2007 el Estado intentó combatir los vicios ampliando su participación en la empresa al 20% del capital accionario. Pero reconoce que tampoco de ese modo alcanzó su objetivo.

Como si fuera una broma, el texto pasa a enumerar los innumerables y muy precisos controles que la autoridad aeronáutica debe ejercer sobre las compañías aéreas. Parece ignorar que pasaron ya 5 años desde que Jaime está en el poder sin tomar esos recaudos.

Para finalizar con esta confesión autodestructiva, el gobierno recuerda que está obligado por ley a verificar toda la estructura del negocio aerocomercial y, sobre todo, los estados contables de las empresas. Un poco antes había admitido que durante años a Aerolíneas no se le aprobaron los balances.

En síntesis: a lo largo de 25 fojas el ministro de Planificación Julio De Vido -con el candoroso acompañamiento de Massa- demuestra, sin necesidad de convocar a la oposición, su fracaso de un lustro en el ejercicio del control sobre una empresa que llegó ?según ese mismo relato? a una situación tan calamitosa que debe ser estatizada.

Éste es el fallido lógico más relevante de toda la argumentación: ¿por qué se propone al Estado como administrador de la empresa si ni siquiera pudo controlarla?

El proyecto ofrece más curiosidades. Una involucra especialmente a Massa. No está en los fundamentos sino en el articulado.

El artículo 8° establece que todos los organismos del Estado están autorizados a transferir recursos a Aerolíneas y Austral para garantizar la prestación de los servicios y también "los gastos derivados de la compra" (se supone que esos recursos deberían asignarse a la entidad adquirente, no a la adquirida).

La enumeración de esos organismos a los que se "autoriza" es impensable, como aquella clasificación de los animales de la enciclopedia china imaginada por Borges. Massa y De Vido autorizan a derivar fondos y prestar asistencia financiera a esas compañías de aviación "a las jurisdicciones, entidades, fondos fiduciarios y empresas públicas del Sector Público Nacional y al sistema financiero público y privado" (¿los bancos privados requieren de un permiso especial para prestarle a un cliente?)

En el párrafo siguiente el artículo establece que esas transferencias le serán "informadas" a la Jefatura de Gabinete para que, a la vez, las consigne en su memoria ante el Congreso.

Esta afirmación supone una reforma constitucional ya que el jefe de Gabinete es el único autorizado a reestructurar partidas. Es raro que Massa haya entregado esa atribución de su cargo y se resigne a que sólo le informen. Debería consultar a un abogado.

Más raro todavía es que el Gobierno quiera dar fuerza de ley a un procedimiento que ya puso en práctica con alto riesgo jurídico: en los últimos meses De Vido y Jaime transfirieron a Aerolíneas más de 200 millones de pesos sin autorización previa del jefe de Gabinete, quien se limitó a convalidar ese pase de fondos con una decisión administrativa posterior, cuando habría hecho falta una ley o un Decreto de Necesidad y Urgencia, como en todos los casos de subsidios al sector privado.

Era previsible que con estas falencias jurídicas y políticas Cristina Kirchner iba a conseguir otro fracaso en el Congreso. El bloque oficialista rechazó el corazón de su envío: el acta firmada por el Ejecutivo y el grupo Marsans. Una mala experiencia después de la derrota de las retenciones móviles. Y un mal augurio si se recuerda que, antes de fin de año, la Presidenta deberá conseguir que las cámaras le aprueben la ampliación del Presupuesto de 2008, el Presupuesto de 2009, la renovación de la ley del cheque y de la ley de Emergencia Económica, sobre la que se sostiene casi toda la arquitectura de la administración.

___una vez mas un excelente artículo de Carlos Pagni para La Nación__muchas gracias !

Ahora leamos lo que piensan los lectores:

*** Oscar E.S. :
El mensaje que acompaña al proyecto de ley sobre AA, de por si escandaloso, es obra de un ignorante absoluto o de un esquizofrénico. Creo que ambas cosas a la vez. Esto no se puede aprobar, aún con las modificaciones. Sería abalar una verdadera estafa y un negociado al pueblo de la Nación que por una vía u otra se va a hacer cargo de una deuda de 1000 millones de u$s como mínimo. De una empresa vaciada, quebrada, sin patrimonio y que ni siquiera puede pagar la nómina mensual de su personal. Y este nuevo escándalo del gobierno se suma a lo de Skanska, bajo investigación judicial, Siemens y Electroingeniería(Cba.) (sobreprecios-prestar atención próximos días sobre esto-)ya denunciados y el sospechoso entramado de subsidios cruzados a todo lo que es servicios públicos, como bien dice la nota. Ah...la valijita del venezolano y ahora la muy probable conexión de funcionarios con las transas de medicamentos y drogas...etc.etc. Como dijo la presidenta..too much!. Creo que es hora de decir BASTA!

*** Santiago 81:
Muy buena nota. Pienso que el gobierno todo el tiempo se está contradiciendo y haciendo lo imposible para auto-desestabilizarse y auto-destruirse. Me gustaría saber cual es el motivo para semejante suicidio.

*** C. A. Muñiz :
Por acción u omisión al estado hay que achacarle todos los males. De ahí en adelante, si quien maneja la cosa pública es afín a los intereses defendido por "Los que mandan" los errores u omisiones serán callados. Lo contrario pasa, si quien maneja las cuestiones de estado no se adviene a los dictados del verdadero poder. Esta indefección del estado la debemos buscar no desde el comienzo del actual gobierno, hay que sondear un poco más atras. Robos, fraudes, enriquecimiento ílicito, etc. lo hay desde antes de formarse como nación Argentina. Basta leer un poco de historia, no la oficial. Uno de los casos más conocido de corrupción generalizada viene del gobierno de Juarez Celman, cuñado de Roca. Fue tal el descalabro, negociados y el vaciamiento del estado que nuestro país no pudo pagar la Deuda externa por varios años, quebraron todos los bancos, nos quedamos sin reservas internacionales (En aquella época oro), se privatizó todo lo que se pudo, etc. (Algo similar a lo que paso en la década de 1990 con Menem en el Gobierno). Cuando subio Carlos Pellegrini al gobierno; Vice de Juarez Celman; tiene que tomar medidas que ahora le llamarían de corte "estatista" para enderezar la situación. Así creo el Banco Nación, reestatizó algunas empresas mal privatizadas, solicitó contribuciones especiales a los ciudadanos mas poderosos, etc. Salvando las distancias algo parecido a lo que está pasando. Con lo anterior quiero decír que no se deben cargar todas las culpas sobre éste gobierno; del cual participan muchos Menemistas reciclados, la madre de todos los males viene desde 1976 en adelante (pongo ésta fecha para dar un inicio a la nueva etapa de desguace del estado. Quienes tienen mayores culpas fueron los que armaron el andamiaje económico jurídico para que pueda pasar todo ésto, creando las condiciones en la sociedad para que se pueda instaurar tal desproposito. No solamente culpa tienen los ejecutores, los ideologos son peores. El golpe final se dio en el 90, con la privatización de casi todo de cualquier forma. CUANDO SE PRIVATIZÓ AEROLINEAS ARGENTINAS LA EMPRESA DABA GANANCIAS Y ERA UNA DE LAS MEJORES DEL MUNDO. Y los que hicieron e idearon el esquema no tienen ninguna culpa?.

*** A. Cangaro:
En un comentario publicado en LN en el mes de febrero del 2007, el periodista Larriqueta hablaba de los inexplicables, crónicos y habituales suplicios para trasladarse por el interior del país por distintos medios, por supuesto aviones incluidos. Dice: “Pocos días antes de Navidad viajé a San Juan. El único vuelo que sirve a esa ciudad desde Buenos Aires parte a las 7 de la mañana, de modo que me apersoné en Aeroparque una hora antes. El vuelo salió a las dos de la tarde en medio de un aquelarre de gente desinformada, postergada y exhausta”... “Con el triple de dinero yo podría haber evitado los ómnibus y viajar por los aviones de LAN, que aunque sólo cubren el 12% del tráfico se esmeran –por eso mismo– en cumplir horarios”. Y enumerando otros padecimientos, concluye de manera inteligente: “En los temas grandes y en los chicos hay una misma enfermedad: somos una nación sin Estado. O, en todo caso, HEMOS RETROCEDIDO A LOS FANTASMAS DE ALBERDI: EL ESTADO SE SIRVE DE LOS CIUDADANOS EN LUGAR DE ESTAR A SU DISPOSICIÓN”… “Todos los que trabajamos intelectual o académicamente los temas del progreso, sabemos de sobra que no hay posibilidad de éxito sin un Estado eficiente”… “Hoy, la extrema labilidad del Estado pone todo esto en riesgo. Una fuerte reactivación de la sociedad, lanzando a cuarenta millones de ciudadanos a trabajar, crear, viajar, invertir y consumir no hace sino poner de relieve la ineficacia del Estado: no funcionan los controles, no se hace cumplir los contratos, es riesgoso todo el sistema de transportes públicos, se atascan los sistemas de salud, seguridad, educación y justicia. Si algo puede sabotear de manera eficaz y silenciosa la política presidencial es, exactamente, esta suerte de ausencia inhibitoria del Estado”. Brillante síntesis.

*** Loveo:
LA LÓGICA KIRCHNERISTA.Un antiguo principio sostiene que “el fin justifica los medios”. Como se trata de un principio éticamente inaceptable, el kirchnerismo lo asume integralmente y, además, lo aplica en su peor mutación. Nadie cuestiona el objetivo enunciado del kirchnerismo: “Crecimiento con inclusión”. Más allá de que podríamos hablar de desarrollo o progreso en lugar de crecimiento, se trata de una meta aceptada por todos, aunque al discurso kirchnerista le guste decir creer otra cosa, para mostrar un halo revolucionario. Cabe decir al respecto que lo menos que podemos esperar de un gobierno al que le toca en suerte el periodo macroeconómico más favorable de la historia es que haya desarrollo (o crecimiento) y una más justa distribución de la riqueza. En lo político institucional el kirchnerismo utilizó los enormes recursos que dispuso para concentrar el poder pisoteando la Constitución y, en lo económico, aplicó un capitalismo de amigos que sólo hace crecer a muy pocos, entorpece o hace imposible el desarrollo económico y promueve una mayor brecha entre ricos y pobres. Ante ello, el kirchnerismo hizo dos cosas: primero, destruir deliberadamente el sistema estadístico. Hizo esto para que todo dato que muestre que vamos por el camino opuesto al objetivo enunciado, pueda ser descalificado dialécticamente por los voceros del kirchnerismo (léase Néstor, Cristina, Fernández varios, D’Elía, Bonafini, Moyano y otros no tan brillantes). Segundo: aplicar la peor mutación del principio maquiavélico: las medidas de gobierno se justifican por sus objetivos, los resultados no importan, por lo tanto, las medidas no se revisan y todo aquel que las cuestiona, se opone al objetivo y se constituye en el enemigo.

*** choshitsu:
Excelente nota por la lógica empleada. La misma lógica que no nos hace entender la persecusión al campo, pensar en el tren bala sin primero dejar la red ferroviaria actual en buen estado, leyes sobre tenencia de drogas cuando el Estado no tiene control de la situación y la lista continúa. A la nota sólo le faltó una palabra al pie..."continuará", porque lo que falta saber es ¿qué busca el Gobierno con medidas que tienden a empeorar al país entero, comenzando por los que más ayuda necesitan?.

*** Parminedes:
Cuando Varig quebró, el gobierno brasilero no intentó ningun salvataje. Y muchos trabajadores se quedaron sin trabajo. En Argentina estamos perdiendo el tiempo debatiendo un proyecto para resucitar una empresa como Aerolíneas Argentinas, el curro que vuela, que está más quebrada de que lo que estuvo Varig. ¿Son tontos nuestros legisladores? ¿o son funcionales a los "grandes intereses" de que habla la Presidenta? Resulta muy sospechosa tanta celeridad. ¿Un país con el 40 % de los asalariados cobrando en negro se preocupa para que no pierdan el trabajo los empleados de una empresa extranjera? Ya tenemos a LAFSA, una aerolinea fantasma, ¿para que queremos otra? Sres. legisladores ¿porque no se ocupan de proyectos más serios y apremiantes?.

___ como siempre los comentarios son excelentes. Gracias !

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