miércoles, 19 de agosto de 2009

lunes, 17 de agosto de 2009

El diálogo ha muerto. por Alfredo Leuco




Los Kirchner huyen hacia adelante. Reaccionan fieles a su génesis y redoblan la apuesta. Aunque no se hizo cargo de nada, el matrimonio ha decretado el fin del duelo electoral y ya está en plena campaña para instalar la consigna “Kirchner 2011”. Esta es la manera que encontraron de procesar la derrota política más grande de sus vidas, que llevó al justicialismo a su peor actuación histórica. Cero autocrítica. Cero correcciones. Más de lo mismo. Más escenas de kirchnerismo explícito. Este cambio de pantalla voluntarista, que no reconoce la realidad objetiva y que ni siquiera tiene en cuenta su mayor debilidad, les hace recuperar la iniciativa política pero multiplica los problemas del país y la oposición a sus comportamientos y decisiones.

La nueva agenda que instaló el Gobierno es exclusivamente al todo o nada. Han decidido dar la batalla final contra el Grupo Clarín tirándole con todo lo que tengan a mano. En su pensamiento tremendista y desmesurado, Néstor Kirchner está convencido de que, de todas maneras, saldrá triunfador. Si gana la batalla, cree que estará en condiciones de volver a ser presidente y especular con otra sucesión de Cristina en 2015 y así recuperar su sueño original de 16 años seguidos al mando. Si pierde, apelará al plan B: tirarle por la cabeza el gobierno a Cobos y denunciar al mundo que, tal como anticiparon sus intelectuales a la carta, fueron destituidos. “Fusilados mediáticamente”, como dijo Cristina cuando cedió a la tentación de compararse con Manuel Dorrego. Néstor imagina que eso lo ayudará a declararse héroe y mártir de la revolución inconclusa. Semejante nivel de irresponsabilidad habita en la mente de Néstor Kirchner. Es el poder absoluto o la gloria de irse con las banderas y las convicciones intactas.

Este plan parte de la base de que la derrota del 28 de junio no existió y es un invento de los medios. Por eso ratifican en sus puestos a los íconos más irritantes de este gobierno, como Guillermo Moreno. “¿De qué está acusado Guillermo? ¿De sus modos?”, se preguntó Cristina delante de los periodistas que la acompañaron en el avión a Venezuela. El núcleo central de su estrategia es aprobar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual para reemplazar la Ley de Radiodifusión de la dictadura después de arrancarle a Clarín la televisación del fútbol, uno de sus principales motores económicos. La declaración de hostilidades incluye también dos armas secretas que Gabriel Mariotto guarda en sus alforjas: desautorizar la fusión de Cablevisión y Multicanal, que Néstor autorizó durante su última semana en la Presidencia, y declarar a la televisión por cable como servicio público para poder intervenir en esa industria cultural como lo hacen con la luz y el gas.

Para defender la calle, la apuesta es fortalecer su alianza con los sectores piqueteros que se referencian en Hebe de Bonafini y con la mayor cantidad de intendentes del Conurbano que pueda reclutar el comandante Mario Ishii. Luis D’Elía reapareció ayer en la Casa Rosada y dijo que volvería a copar una comisaría, un delito y una forma de hacer justicia por mano propia, hecho que fue reinvindicado por intelectuales de la talla de Ricardo Forster, Cristina Banegas y Horacio González, quienes le otorgaron al piquetero “el derecho de expresar sus pasiones como acto de plena libertad situado en el confín de lo jurídico”. El lenguaje poético no responde si además alientan a que todos los kirchneristas repliquen esa metodología en otras situaciones donde quieran afirmar su vocación revolucionaria.

La máxima energía estará puesta en el mega plan para crear 100 mil empleos que ayer anunciaron la hermana y la esposa de Néstor Kirchner con más bombos que platillos. Combatir con trabajo la fábrica de pobres que genera la inequidad social es una gran noticia. El gran problema es la desconfianza que han generado con tanta promesa no cumplida. Y el reto que les dio a “los ricos” que quieren el secreto de sus patrimonios en un momento en donde la mayoría de los argentinos mira con algo de envidia y mucho de sospecha la declaración jurada de Cristina.

Las cooperativas de trabajo con desocupados son muy difíciles de implementar, salvo que les den la derecha y la caja a los intendentes del Conurbano. Por eso los expertos en el tema creen que se trata de una nueva expresión de deseos. Kirchner está convencido de que todas las medidas antipopulares que podrían transformar el malhumor social en cacerolazos hay que patearlas para adelante, y por eso dieron marcha atrás con el tarifazo en una pirueta de antología. No hay antecedentes de semejante giro copernicano en tan pocas horas. Fue un patético signo de improvisación y ponchazos espasmódicos.

El diálogo político está muerto y sólo le falta el certificado de defunción. Por eso, Florencio Randazzo bajó su perfil y dejó el centro del escenario mas allá de la formalidad de una nueva ronda de convocatoria. Por eso el Consejo Económico y Social agoniza antes de nacer. Por eso, el Gobierno aprovecha la mayoría circunstancial que tiene en el Congreso para mantener superpoderes, facultades delegadas, y va a tratar de forzar la máquina para aprobar la nueva ley de radiodifusión más temprano que tarde, con la misma alianza que Agustín Rossi construyó estos días en Diputados.

Tanto Elisa Carrió como Carlos Reutemann y Pino Solanas se negaron a concurrir al diálogo insepulto con distintos argumentos. Lilita aprovechó para pasar la factura: “Ahora saben que mi actitud no fue caprichosa ni irracional”. Es una forma de analizarlo. Muchos, entre ellos los radicales y los socialistas, creen que no fue un error ir al diálogo pese a que no tuvo resultados. El error fue del Gobierno, al no aprovechar la situación para corregir errores y recuperar algo de credibilidad. No quedan heridos los que sin prejuicios, pero también sin grandes ilusiones, concurrieron al diálogo. Queda herido el Gobierno, que una vez más exhibió su absoluta incapacidad para buscar algún tipo de consenso. Son irreductibles en ese dogmatismo de creer que si de algún encuentro surge una medida en común, eso será leído como una claudicación. Así les va.

Otra vez el matrimonio presidencial se repliega hacia sus actitudes más autoritarias y empuja al país a una tensión institucional delicada. El kirchnerismo sólo prepara nuevas embestidas ciegas que garantizan cimbronazos peligrosos. Es parte del ADN de la relación de pareja y columna vertebral de sus características personales. Disfrazar de reclamos populares sus intenciones hegemónicas, retroceder pegando como el glorioso Muhammad Alí y seguir inflando enemigos, incluso entre los que hace instantes en términos históricos integraron sus filas.

Dijimos que la más grande producción del gobierno de los Kirchner ha sido la fabricación de traidores. Los ven por todos lados y en todo lugar con su lupa conspirativa. Por eso son tan dependientes de la caja y de la SIDE. El tema es que ahora en su cuesta abajo se han puesto más duros todavía (si esto es posible) en sus actitudes persecutorias de espionaje de baja estofa estalinista. Como se sienten en guerra contra Clarín y “los golpistas del campo y de los medios”, ya no solamente califican a los disidentes como traidores. Ahora son desertores. Es impresionante, casi inhumana, la capacidad que tienen los Kirchner de creer sus propias mentiras. Hace once años tuve la oportunidad de hacerle a Néstor Kirchner una de las primeras entrevistas televisivas a nivel nacional. Era el único gobernador que apoyó la candidatura de Eduardo Duhalde. El video de archivo, que puede verse en www.perfil.com, lo muestra hablando con orgullo combativo de las “cinco veces” que estuvo preso en distintas circunstancias, producto de su militancia en la Tendencia Revolucionaria, brazo político de Montoneros. Incluso llega a decir, bajando la voz, mordiendo las palabras y ejerciendo el mecanismo de la sanata que popularizara Fidel Pintos, que estuvo quince días con Cristina en los sótanos de la Policía Federal. Absolutamente incomprobable. La única situación que se pudo confirmar como cierta fue en 1977 y por 72 horas. Fue citado con su amigo de entonces y enemigo de ahora, el ex diputado del Frepaso Rafael Flores. Ambos habían pedido prórroga en el servicio militar y pensaron que la convocatoria a la Unidad 15 de Río Gallegos era por ese tema. Tan así fueron las cosas, que cada uno llegó con su propio auto hasta la puerta del cuartel. Fueron tratados con hospitalidad gracias a que el jefe militar era amigo de los padres de Flores y por eso ni siquiera les levantaron la voz. Historias de pueblo chico, infierno grande. Y una necesidad casi patológica de querer ser ahora lo que no se fue en su momento. No hay epopeya ni épica guevarista en hacerse millonario cobrando a deudores hipotecarios en dificultades o prestando dinero con intereses superiores a los bancarios. Cuando John William Cooke hablaba del “hecho maldito del país burgués”, se refería a otra cosa.

En el mundo de los Kirchner, el que no se subordina con verticalismo a sus decisiones pasa al campo del enemigo en un santiamén. Lo confirmó Alberto Fernández, que no anduvo conspirando contra los Kirchner en sus reuniones con Clarín, Eduardo Duhalde, Daniel Scioli o Julio Cobos. Todo lo contrario. Fue a decir más o menos lo siguiente: “Muchachos, cuidemos la institucionalidad y ayudemos a llegar sin quiebres a 2011, ya que los Kirchner no se cuidan ni se dejan ayudar”. Esa actitud perdonavidas los vuelve locos a los Kirchner. Se envenenan cada vez que ven a Alberto con cara de mi pobre angelito criticando las mismas prácticas que él hizo ejecutar hasta hace media hora. Se ofenden porque sienten que Alberto se quiere lavar las manos y recuperar algún rol en la política como el rostro humano del kirchnerismo. Algo de razón tiene el matrimonio. Alberto no fue un aliado periférico. Integró el triángulo de las decisiones con Néstor y Cristina durante seis años y fue el autor material de todas las agresiones que los fueron aislando de la mayoría de la sociedad. ¿O no fue Alberto, que con el rol de juez y parte, dijo que la revista Noticias era extorsiva y, por lo tanto, no debía recibir publicidad oficial? ¿O no fue Alberto, delante de Luis Juez, el que levantó el teléfono con cierto sabor amargo por el sapo que tragaba pero con la firmeza del lugarteniente el que le ordenó a Mona Moncalvillo por orden de Néstor que se terminara el aire de Radio Nacional para Pepe Eliaschev? Antes de las elecciones, Fernández se mostró perturbado por lo que consideraba una “operación sucia” contra Francisco de Narváez en el caso de la efedrina y el juez Faggionato Márquez. ¿No fue Alberto el que diseñó la operación sucia contra Enrique Olivera con el fin de hundir a Elisa Carrió? ¿A quién reportaba Daniel Bravo, que fue el operador del tema? ¿Quién teledirigía Télam en ese momento? ¿No se acuerda Fernández de sus reuniones con dos empresarios que comparten el nombre de pila y eran y son dueños de canales de televisión (uno abierto y otro de cable) para instalar la campaña contra Olivera? Son los mismos que hoy se están frotando las manos y hacen saludo uno, saludo dos frente a Néstor porque piensan ganar fortunas transmitiendo los partidos de fútbol. Tal vez ahora, al sufrirlo en carne propia, Alberto Fernández tenga una dimensión de lo que significa poner la estructura del Estado al servicio de venganzas personales y políticas. Tal vez pronto le llegue la AFIP para investigar cuánto le paga a Pepe Albistur por el alquiler del departamento en el que vive en Puerto Madero, el mismo con el que desayunó con Julio Cobos y que pretendió ocultar de los Kirchner. Tal vez pronto se entere de que sus ex amigos patagónicos llamaron a empresas para evitar que apoyen alguna de sus iniciativas o para que no le den trabajo en la actividad privada, ni siquiera en Uruguay, como le pasó a Graciela Bevacqua, de reconocida excelencia profesional en el INDEC.

Es que todo vale en la guerra popular y prolongada de los Kirchner.

El final certifica el comienzo que muestra a un Néstor Kirchner idéntico a sí mismo, sin que lo haya afectado la paliza en los últimos comicios. Néstor recuperó hasta el tono presuntamente jocoso para decir que “Cobos no tiene cara de goleador”, como si él tuviese el rostro de Martín Palermo, y a insistir en mentar a Carlos Menem como “ese presidente que no quiero nombrar” y que lo llevó a tocar madera y otras cosas en el mismísimo recinto del Parlamento. Reapareció del brazo y por las calles de Ciudad Oculta con Hebe de Bonafini (una semana después de llamar “rata” a Graciela Fernández Meijide), Sergio Schocklender, Felisa Miceli (que tiene un juicio oral en el horizonte por la bolsa llena de dólares inexplicables que se encontró en su baño ministerial) y los funcionarios que radiografían el poder que se viene: el infaltable José López, cajero del cajero De Vido; Norberto Itzcovich, el hombre de confianza de Guillermo Moreno; Alfredo Scocimarro, que desplazó a Pepe Albistur como amo y señor de la pauta oficial, y Héctor Icazuriaga, jefe de los espías vernáculos.

Otra vez la agrupación interna Caja y SIDE por la Liberación. La misma imagen de las caminatas repartiendo besos y accediendo a fotos que enhebró en sus actos anteriores al 28 de junio. Todo es igual. Nada es mejor. Aquí no ha pasado nada. Ganamos en todo el país. La campaña electoral sigue hasta 2011. Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor. Y hay un despliegue de maldad insolente. ¿Los inmorales nos habrán igualado?

---excelentes el comentario de Leuco para Perfil y el dibujo de Nik para La Nación ___

jueves, 13 de agosto de 2009

Elisa Carrió en "A dos Voces"



La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, fue entrevistada por Marcelo Bonelli en el programa "A dos Voces", transmitido por TN.

MARCELO BONELLI, conductor: Elisa Carrió, la principal opositora al Gobierno y la política que más altera a la presidenta y al ex presidente, ¿por qué Elisa?

ELISA CARRIÓ, Coalición Cívica: Hay una anécdota lindísima que tengo en un taxi. El otro día volvía de un programa de acá, de TN, íbamos con Matías, mi asesor de prensa decía: "yo tengo un problema de úlcera", el otro estaba estresado, y el taxista iba sin hablar. Entonces, de repente digo: "che, pero yo estoy tan sana, nunca me enfermo". Y entonces me mira el taxista y me dice: "es que usted nos enferma a nosotros, yo soy ''albertista'', usted está sana porque nos enferma a nosotros". Quizás sea así.

MB: ¿Y, pero por qué piensa que… porque hay otros políticos que también critican, que dicen cosas, pero su palabra…?

EC: La verdad siempre molesta al poder cuando tiene que esconder las cosas. Estamos frente al mayor latrocinio de la historia argentina. Lo digo con todas las palabras y con toda la serenidad y con toda la tranquilidad y sabiendo lo que pueden decir y aceptando los insultos, a la sociedad le digo: estamos viviendo el mayor latrocinio de la historia.
Si vos tomás petróleo es el mayor latrocinio de la historia, se van a quedar con Repsol, ya se quedaron con las concesiones de exploración, Lázaro Báez, Cristóbal López, Eskenazi, ahora va el gobernador de Chubut; y se están quedando con el mercado eléctrico. Van constituyendo una fuerza de choque económica de tanto poder en la Argentina que nadie va a poder gobernar que no sean ellos.
Hablando con muchísima gente me decían: "claro, ya no se trata del 10, no se trata del 20, se trata del 60, se trata del 100", la gente lo sabe, la sociedad lo sabe y no lo quiere registrar, porque también, pobre, no sabe qué hacer con eso. Pero creo que es el mayor latrocinio. Muchísima gente con la que he hablado de otros periodos, gente más grande, me dice: "nunca en la historia argentina el latrocinio ha sido tan grande". Vos pensá, voy a poner un ejemplo concreto: el negociado y los negocios que significan el gasoil y el fuel-oil ahora que viene la crisis energética. Nosotros teníamos un superávit comercial de 6.000 millones en materia energética, pasamos a 4.000 el año pasado y ahora vamos a ir a 1.000, ¿por qué nos cuesta tanto la energía en invierno si somos un país que produce energía? Porque como en realidad es un desastre toda la programación de corto, mediano y largo plazo, terminamos comprando gasoil y fuel-oil, que es lo que vamos a hacer este año, después del fracaso de la cumbre con que Bolivia no nos da gas.
Cuando vos analizas los precios de las empresas que finalmente van a vender el fuel-oil y el gasoil, están aproximadamente en seis centavos arriba, se llama, el galón, que supondría prácticamente dos dólares o tres dólares por encima… o seis dólares. Multiplicá eso por 300 millones de metros cúbicos, etcétera, por lo que tengas que multiplicar. Hay un número en el medio, entre lo que se paga en el mercado internacional puesto en puerto y lo que se paga en la Argentina , de 50 millones de dólares que no se sabe dónde van. Entonces, la verdad es que la mitad es crisis energética, estamos frente a la cercanía de un colapso energético, sobre todo después del Chocón, pero a un gran negocio, donde la Argentina está comprando gasoil o fuel oil a precios escandalosos.

MB: Como justificación de la crisis.

EC: Claro, cuando vos vayas a analizar como compra Enarsa, etcétera, te vas a dar cuenta después, nosotros estamos tratando de acceder, de qué manera con la crisis se negoció, se ganó en forma espuria. ¿Qué hizo Lula frente a la posibilidad de que Bolivia no entregue todo el gas? Empezó a comprar los buques con gas líquido.

MB: Ahora, ¿pero entonces qué, son todos negocios? O sea, ¿hay una consolidación del poder político al poder económico para usted, esa es la evaluación que hace?

EC: Recordemos cosas que algunos no quieren recordar. Yo recuerdo a muchísima gente que se decía progresista, que hablaba de la famosa carta de Emir Yoma, allí se hicieron los negocios de las privatizaciones, yo accedí a los cuadernos…

MB: En la época de Menem.

EC: Claro, yo accedí a los cuadernos, quién atendía a Emir Yoma, se acuerda la secretaria que después se muere misteriosamente. Bueno, allí estaban todos. ¿A dónde van todos, cuál es la nueva carta? La nueva carta está en Puerto Madero y que nadie diga que es carta, y con más poder. Ahí están los negocios, ahí están las diferencias, ahí se arma el poder económico en la Argentina y el poder político en la Argentina a dos puntas: negocios vía el Ministerio de Planificación y De Vido, que en realidad es el segundo del ex presidente Kirchner, no es empleado del Estado nacional, no es funcionario del Gobierno nacional, no es funcionario de Cristina Kirchner; es el segundo empleado directo de Néstor Kirchner, responde sólo ante él, cuando Cristina se ofusca, dice: "arreglalo con tu esposo", entonces ahí está. Y por el otro lado, el aparato. Este es el aparato económico que, vuelvo a decir, va por la matriz de energía y del mercado eléctrico. Toda la matriz energética de la Nación y después el aparato político que significa la reunificación del PJ. ¿Se acuerda de hace cuatro años cuando decían "no tenemos nada que ver con este sindicalismo, con estos intendentes del conurbano, con estos gobernadores?", se acuerdan de Cristina y Néstor que hablaban de la transversalidad y yo dije: "pasajero en tránsito al movimiento nacional justicialista". Ellos rearman el aparato político, quizás con sospechas de mayor corrupción y dominación política, lo arman; aparato económico, aparato político y el mayor poder de la Argentina. Eso es lo que enfrentamos y contentos.

MB: Ahora Elisa, usted dice: la gente…

EC: Lo sabe…

MB: Lo sabe pero un poco contaba la experiencia del taxista. ¿Cómo está el país, porque la gente dice: "bueno, mientras me aumenten el sueldo, esto y lo otro, mi vida cotidiana está un poco mejor", está un poco mejor, esto dura o no dura? ¿Cuál es el diagnostico que hacen ustedes?

EC: En la historia del país también, cuando en la dictadura se cobraba el día 29 muchísima gente decía: "yo estoy bien", y en el medio desaparecía y se mataba gente y después terminó en Malvinas. En la época de Menem pasaba lo mismo, es decir, cada uno pensó en lo individual y dice: "yo puedo viajar, yo gano en dólares", y lo demás, mientras tanto, se generaba desocupación en el país y la historia terminó como terminó, de una manera trágica. De modo tal, que nosotros tenemos que tener un deber para con los otros que es también para con nosotros. Es un deber por un país y para una Nación que está caminando para atrás y no para adelante. Por eso estamos dando esta batalla tan fuerte en estos días, digo: "qué pasa que Carrió está tan dura, está tan fuerte"…

MB: Está durísima.

EC: Estoy durísima porque es el momento de la configuración de ese poder económico y político, o lo paramos ahora o no hay 2011. Es el momento en que el poder desde Puerto Madero configura el poder político hegemónico y configura el poder económico del cual nadie va a poder gobernar. Voy a poner un ejemplo: si el día de mañana ganara cualquier opositor, no yo, ganara Binner, ganara Macri, quien sea, pónganle el nombre que quieran sea presidente, y quien les maneja todo el tema de energía en medio de una crisis energética, todo el mercado petrolero, del agua, del gas, del mercado eléctrico, maneja esto que es el pulmón de un país, está en manos de Néstor Kirchner en Puerto Madero, y la pregunta es: ¿va a poder gobernar? Y la otra pregunta es: ¿va a poder la Argentina elegir un gobierno decente, republicano, o esto va a ser finalmente un esquema de dominio de 20 años en la Argentina más allá de quien gobierne?
Esto se está resolviendo ahora, por eso es una fase agonal, por eso nadie se asuste, nadie tenga miedo, yo estoy con una serenidad absoluta sabiendo que esta pelea hay que darla, que hay que darla ahora, que hay que darla con mucha claridad. Le quiero hablar a los medios de comunicación, uno puede sacar la crítica, pero guarda que no se está diciendo toda la verdad de este poder económico, todos vamos a ser responsables porque hay una sociedad que no sabe, donde la única voz prácticamente que viene a describir esto es la mía. Pero el otro día en Clarín, curiosamente, salieron quiénes eran los empresarios de la nueva burguesía argentina que llamo la nueva burguesía corrupta. Y miren como coincide con mercado petrolero y mercado eléctrico, salió Eskenazi, salió Cristóbal López, que es juegos y petróleo; salió Lázaro Báez que es obra pública, testaferro de Kirchner y petróleo; y salió Acosta, quien es mercado eléctrico en Córdoba. De modo tal que ahí está, miren, cuando ustedes ven los amigos de Kirchner, el capitalismo de Kirchner.¿Son amigos, sólo reciben privilegios del Estado, lo que ya estaría mal, o son socios de Kirchner? ¿Concede tantos negocios de una manera tan privilegiada, tan precisa y tan enorme alguien como Kirchner sin participar en ellos? Esta es la pregunta, ahí vuelvo a insistir.

MB: ¿Y cómo evalúa en esto la gestión, de acuerdo a su análisis, la gestión de la presidenta, de Cristina Fernández de Kirchner?

EC: Bueno, en primer lugar, la presidenta es la esposa de quien manda en el país, terminó siendo lo que nunca quiso ser, es primera dama de quien manda. Ahora, el poder está acá. Igualmente, aunque el poder sea formal puede ser cuidadoso, porque ¿para qué arman una cumbre si van a fracasar, cuál es la idea? ¿Para qué invitan a un dictador?

MB: Bueno, la presidente después habló y dijo que no había fracasado y que no iba a haber crisis energética…

EC: Pero por supuesto que fracaso, hay que leer los diarios brasileros, la gente es inteligente, hay que leer los diarios de Bolivia. Fracasó absolutamente para la Argentina porque la historia real es la siguiente: cuando empieza a haber el problema de gas, Lula habla con el ex presidente Kirchner.


MB: Tranquila, no hay problema.

EC: Entonces habla con el ex presidente Kirchner y dice: "vamos a negociar con Evo, juntos, Argentina y Brasil". ¿Qué hace Néstor Kirchner? Esto lo tenemos chequeado, se va, se acuerdan aquella reunión que va con De Vido y cierra el acuerdo directo con Bolivia, con Evo, es decir, lo pasa a Brasil. Esto obliga a Brasil a negociar, Brasil hace dos cosas, empieza la negociación con Bolivia y, vuelvo a insistir, se encarga de tener gas líquido, dos seguros y un tercero; entonces, me llega a faltar gas para la industria paulista yo tengo el gas líquido en los puertos. Arregla finalmente con Bolivia y vienen a la cumbre. Entonces, a lo que se negó Néstor Kirchner antes era a una propuesta absolutamente seria y racional de Brasil: "acordemos entre los dos". Y lo otro que dice Brasil y que también dice Bolivia es razonable: "nosotros vamos a dar gas para sostener industria y vamos a privilegiar la industria del consumo", y tiene razón.

MB: La semana pasada estuvo Alberto Fernández aquí, y así como usted es muy dura con el Gobierno, él fue muy duro con usted, dijo que hablaba porque el aire es gratis, que si cobraban impuesto iba a dejar de hablar…

EC: Que tengo los patitos no alineados, eso me encanta.

MB: Claro, que no tiene argumentos, que son frases y frases y frases.

EC: No, acá tenemos los argumentos, le estoy dando las empresas, le estoy dando los precios, le estoy dando los empresarios; de lo que nunca contestan ellos es de los hechos. Ellos no vienen y contestan. Es mentira que Eskenazi compró Repsol, es mentira que Electroingeniería controla mercado eléctrico, es mentira que Lázaro Báez es testaferro de Kirchner, es mentira que Cristóbal López controla el juego de parte de Kirchner; esto no contestan porque esto es verdad. ¿Qué contestan? "Carrió le faltan los patitos" y me parece divino, que lo sigan repitiendo; "Carrió es una denunciante", etcétera. Lo que no contestan es hechos, ni al periodismo ni a nosotros. Ahora, los hechos están sucediendo, estamos dando nombre y apellido, estamos diciendo lo que sucede, sé perfectamente donde se termina, se termina muy mal en materia energética, porque o nosotros vamos abriendo esto y regulando esto. Les voy a decir cuál es el corazón del negocio: ahora tienen todo subsidiado y cerrado, entonces hay un precio interno, un precio afuera, etcétera; están comprando, ¿quién compra? Amigos de Kirchner. Cuando tengan el paquete liberan, cuando liberan ganan miles de millones, ese es el negocio.

MB: Elisa, le quería preguntar porque uno de los temas de esta semana es el tema cartoneros. Usted ha tenido una actitud dialoguista con Macri, de acompañarlo en algunas decisiones y en otras no. ¿Cómo ve esto, porque pareciera más que el problema es polémico, como que el Gobierno de la Ciudad quiere sacar a los cartoneros, más que resolver el problema sacarlos de la Ciudad ; qué posición tiene usted?

EC: Primero, nosotros apoyamos a Macri en la intervención de obra social y Macri no apoyó a la Coalición Cívica para hacer la denuncia penal para investigar la obra social. ¿Qué quiero decir? Que macristas y Frente para la Victoria quisieron tapar la corrupción en la obra social. Ayer se allanó la obra social pero la única denunciante fue la auditora de la Coalición Cívica y Macri el lunes dijo: "no tengo pruebas", pero entonces, si no tenía pruebas, ¿para qué intervino? Lo único que está quedando en pie de todo ese escándalo que hizo Macri fue la ley que autoriza la intervención, que estuvo bien redactada y la denuncia penal. ¿Todos los decretos están mal redactados? Como me dijo un sindicalista a mi: "el problema de los muchachos es que están flojos de papeles, así que van a acodar con nosotros", finalmente parece que se acordó. Segunda cuestión, los cartoneros es el trabajo más digno, más extraordinariamente digno que han podido dar hombres y mujeres en la Argentina. Es de una dignidad tan impresionante que habla de la persona, no de lo que trabaja, que han trabajado con nuestra basura, ¿y nosotros los vamos a destratar, nosotros los vamos a reprimir y nosotros lo vamos a desalojar? ¿Nosotros, los argentinos, los que tuvimos todo, los que nunca tocamos una bolsa de basura vamos a legitimar a un gobierno? Una cosa es mediar, encontrar una solución. Miren, yo hablo con todas las cooperativas de cartoneros, yo los vi, los vi en el 2001 cuando me llamaron y no tenían una moneda, vi cómo hicieron crecer sus cooperativas, es gente que quiere trabajar, todo el mundo dice: "que la gente trabaje, que no reciban subsidios", nunca han recibido subsidios. Esto no tiene justificación moral, esto es una inmoralidad, la que hizo el ministro de Seguridad con la policía, la que hizo… ustedes saben que a la mañana la orden de desalojo estaba muy mal hecha, después de que nosotros empezamos a investigar recién Picardo saca una orden más formal. Esto no se hace, estas reglas… digo ¿no es Macri el que sacó la foto con la niñita en el basural y hoy expulsa a los cartoneros cuando su familia ha tenido toda la vida el negocio de la basura en la Capital ?

MB: Elisa Carrió, gracias.

EC: No, al contrario.

MB: Dura, más dura que nunca, Elisa Carrió en A dos voces.

Acelerando hacia el precipicio. por Roberto Cachanosky


El grado de improvisación con que viene manejándose el Gobierno ha llegado a límites alarmantes. Luego de hacer una férrea defensa del tarifazo e impuestazo sobre el consumo de gas, dieron marcha atrás por miedo a que se les transformara en otra 125. Se hace difícil determinar si el lío económico que ha armado Kirchner es por ignorancia, incapacidad y, en algunos casos, movido por sentimientos de venganza. Tal vez sea una mezcla de todo esto, pero lo cierto es que ante los crecientes problemas suele redoblar la apuesta en el sentido menos indicado. Es más, las cosas que hace son insólitamente inconsistentes. Por ejemplo, los aumentos de energía eléctrica que ya fueron implementados, le permitió disminuir en $ 1300 millones los subsidios al sector energético durante el primer semestre de este año, pero ese ahorro lo dilapidó en subsidiar las perdidas de Aerolíneas Argentinas con un subsidio de $ 1200 millones en el mismo período. Y ahora, como si el Estado fuera un tío rico, quiere rifar $ 600 millones anuales en el fútbol.

Por empecinarse en prohibir exportaciones de granos, carnes y lácteos y establecerles precios artificialmente bajos, terminó destruyendo al sector y ahora, para paliar la crisis, tuvo que destinar $ 1454 millones para subsidiar al sector durante el primer semestre de este año. Un 58% más de subsidios de los que otorgó en el primer semestre del año pasado y, encima, no ha resuelto el problema del campo.

Si uno ve la secuencia de enredos en que se ha metido el Gobierno, resulta evidente que hoy ya carece de capacidad para revertir la crisis. Es que una regulación llevó a otra hasta tener que avanzar sobre los derechos de propiedad y generar tal desconfianza que ya nadie sabe cuál será el próximo lío que armará.

La secuencia de errores y horrores económicos es muy clara. Su política era de un dólar caro y caja abundante. Para tener un dólar caro cobró el impuesto inflacionario. Cuando éste se disparó, trató de esconderlo interviniendo el INDEC y produjo desconfianza en todos los indicadores económicos. Pero al mismo tiempo que intervenía el INDEC, Moreno se encargó de destrozar el aparato productivo mediante sus controles de precios tipo KGB. Mientras el Central inflaba los precios, Moreno trataba de esconder un globo que crecía.

La acción de Moreno, que no es otra cosa que el fiel cumplimiento de las órdenes de Kirchner, produjo desconfianza y no estimuló la producción.

Pero al mismo tiempo que iba controlando los precios se empecinaba en mantener artificialmente bajas las tarifas de los servicios públicos otorgando subsidios para sostener precariamente funcionando el sistema energético. De $ 8800 millones por todo concepto que otorgó de subsidios en 2006 llegó a los $ 31.000 millones en 2008. Multiplicó por 3,5 el monto de los subsidios. Los destinados al sector energético y al transporte absorben el 80% del total. ¿Cómo desmontar este esquema ahora sin que se produzca un tarifazo en energía eléctrica, gas y transporte? Esta es una bomba de tiempo que todos miran con terror.

El despilfarro en subsidios, obras públicas de dudosa prioridad y otros rubros disparó el gasto público hasta niveles infinanciables. Por eso, primero fueron por la 125 y, al fracasar, se lanzaron sobre los ahorros de las AFJP y los flujos.

Al despreciar los derechos de propiedad, impulsó una fuga de capitales del orden de los U$S 43.000 millones. Para que el lector tenga una idea del monto, esa cifra es casi la misma que el total de los depósitos del sector privado en el sistema financiero. Y cabe aclarar que la fuga de capitales comenzó mucho antes de la crisis internacional, más precisamente en 2007. O sea, dejó sin ahorro interno a la economía para financiar inversiones y consumo.

De tanto redistribuir ingresos con subsidios, expropiaciones y controles de precios, terminó destrozando el sistema productivo, el cual, a su vez, no tiene acceso al crédito a tasas pagables. Y aquí viene el problema central. El Gobierno se quedó con un nivel de gasto público récord y con una recaudación impositiva que agoniza. En julio, si se quitan los $ 1200 millones que el año pasado iban a las AFJP, los ingresos tributarios sólo aumentaron el 5,2% con relación a julio del año pasado. ¿Qué significa esto? Que se acabó la fiesta del gasto público porque el sector privado no está en condiciones de financiar este nivel de despilfarro de recursos. El sector privado no puede financiar este nivel y calidad de gasto público (dato relevante para la AFA al momento de acordar con el Gobierno la transmisión de fútbol por televisión vía el Estado).

¿Opciones del Gobierno si no baja el gasto? Las siguientes: a) aumento de impuestos (inviable), b) acceso al crédito (no hay), c) emisión monetaria (aumentaría la inflación y aceleraría la fuga de capitales), d) confiscar algunos activos líquidos como los encajes en dólares en el BCRA (no es descartable) o e) devaluar para licuar el gasto público que en más de un 50% son sueldos y jubilaciones. La misma receta que en el 2002.

La alternativa d) solo le serviría para intentar estirar un poco más la agonía, pero implicaría jugar con fuego porque podría acelerar la fuga de capitales. La alternativa e), en este contexto de desconfianza, hace estallar el país.

El fracaso de la 125 y del tarifazo e impuestazo a la energía reflejan un dato fundamental: la sociedad no tolera más carga impositiva. Ya tiene bastante con el impuesto inflacionario que el BCRA le hace pagar a diario, más todos los otros impuestos. Si Kirchner leyera un interesante libro de Charles Adams titulado Para bien o para desgracia: el impacto de los impuestos en el curso de la civilización , advertirían que lo que hoy pasa en la Argentina ya pasó infinidad de veces en muchos países a lo largo de siglos. Esto es, los pueblos se cansan de ser expoliados por el Estado.

Sin embargo, a pesar de tanto destrozo, queda una posible salida. Remover las medidas económicas más ridículas y empezar a mostrar signos de racionalidad en el manejo de la economía, fundamentalmente en lo que hace al respeto por los derechos de propiedad.

El problema es que Kirchner ha dado acabadas muestras de no estar dispuesto a hacer nada de esto y prefiere seguir acelerando hacia el precipicio.

___excelente el artículo de Cachanosky, a quien agradecemos junto a La Nación____

veamos ahora los comentarios :

*** cargreco 2007 :
Kirchner no va a cambiar nada. El tiene un proyecto y va a seguir adelante con el mismo como ha hecho hasta ahora. Tiene una enorme habilidad y la falta de escrúpulos necesaria para conseguir o comprar adhesiones haciendo valer una impunidad garantizada por él y hasta ahora lo va consiguiendo, frente a una oposición camaleónica y/o timorata que quiere seguir jugando el tibio papel de siempre , cosa que Kirchner sabe muy bien. A las salidas planteadas a este problema, cuando se llegue al límite, debería agregarse la f) Ante la imposibilidad de mantenerse hasta el 2011, desarrollar una política confrontativa que deje sin opción a la oposición, adoptar el papel de víctimas que les facilitaría un "regreso glorioso" y resignar el gobierno denunciando una intransigencia "destituyente" que les impide gobernar, ya que su innata cobardía le impedirá cualquier otra salida heroica (tipo bolivariana).

*** R. Panich :
Vengo sosteniendo, hace ya tiempo, que no se le pueden buscar explicaciones racionales a las decisiones que solo son desvaríos de mentes enfermas. Estamos encerrados en un callejón sin salida: Los desvaríos continuarán sin alternativa. Nadie quiere el final anticipado de su mandato, ni por legalista (los plazos institucionales deben ser cumplidos) ni por acto de justicia (¡Que resuelvan los desbarajustes que inventaron!). Parecería que ellos mismos lo prefieren.----- Cuando un suicida tiene tomada su decisión es imposible protejerlo de si mismo. Nadie puede esclavizarse dedicando toda su preciada vida, nada mas que a impedírselo.----- Pero, en todo suicidio existe una raíz enferma que traiciona al instinto mas esencial que tenemos los humanos: La conservación de la propia vida.

*** Ed. Goc 1938 :
Los Kirchners le temen al CACEROLASO de la sociedad en todo el país.Los legisladores oficialistas temen volver a sus provincias y ser escrachados.El energúmeno gritón jefe de bancada Rossi,ya se ganó como media docena mas de escraches cuando anda paseando por Santa Fe. Vocifera para la tribuna,su modelo es excluyente de las sociedades de clase media y media alta y no entendido por las clases bajas que motorizaron la derrota del 28de Junio.Pero pretende ser acorde con los pensamientos de los Kirchners.Zurdos de pacotilla y mentirosos que se han enriquecido 700 % en los últimos años de acuerdo con impecables (segun Cristina)informes patrimoniales.Una viajera empedernida que se junta con Chávez, Correa, Morales, Ortega y el descendido Zelaya y apartada de Brasil,Méjico,Chile,Uruguay,Perú,Colombia,Paraguay, Honduras,Costa Rica,El Salvador,Guatemala,Puerto Rico,Haiti,etc. Y lo mas triste es que un histórico peronismo los ha cobijado.Peores males IMPOSIBLE, para nuestra República.

*** Omar Bojos :
Aerolineas: manos privadas fueron las responsables del total vaciamiento de la aerolínea de bandera. Al momento de privatizar la empresa en el año 1990, el gobierno argentino absorvió 868 millones de dólares de deuda y la empresa se entregó con pasivo 0, y ahora el Estado nacional se hace cargo de una empresa que se calcula extraoficialmente que tiene una deuda cercana a los 900 millones de dólares. Manos privadas se quedaron con 1800 millones de dolares de los argentinos solo en la compra y venta y la hipocresía no levantó la voz. Demas está decir que adhiero que en ciertos rubros el estado es eficiente, conveniente y menos honeroso que las manos privadas. En 1990, cuando todavía era propiedad del Estado nacional, Aerolíneas Argentinas tenía en su flota 28 aviones propios y uno solo alquilado, y todos estaban en perfecto funcionamiento. Al momento de estatizarla la aerolínea de bandera nacional, sólo tenía 1 avión propio, y el resto de su flota eran 30 aviones en leasing.
Doy una última y pequeña muestra del impresionante vaciamiento que su frió Aerolíneas Argentinas en casi 18 años de privatización. AA perdió más de 110 mil pasajeros en el mercado europeo cuando la empresa decidió restringir los vuelos propios a Madrid y entregar las combinaciones con París, Londres y Frankfurt a Iberia. AA también traspasó a Iberia la red de teleprocesamiento de datos y el sistema de reservas, quedándose sin nada y absorbiendo todas las pérdidas que la empresa española generaba. Contaba la aerolínea estatal además de los aviones, de las rutas choreadas y los pasajeros perdidos con lujosas e impresionantes oficinas en los grandes centros turísticos internacionales, como son las ciudades de Roma, París, Nueva York, Miami, Madrid, Bogotá, Lima y Caracas, que fueron pasadas directamente a las empresas que las compraron, perdiendo AA un patrimonio que todavía hoy en día es reclamado. Sigan con la diatriba de los subsidios y la no intervención y después llamense patriotas.

jueves, 6 de agosto de 2009

Los verdaderos intocables. por Carlos Pagni


La designación de Ricardo Bellagio como superintendente del Sistema de Salud es parte del doble pacto sindical que se teje en estas horas. Por un lado, el de los Kirchner con Hugo Moyano (ya viejo, pero en constante reconstrucción). Por otro, el de Moyano con los que se le resisten en la CGT, "los Gordos". No debería sorprender que los acuerdos, en este ambiente, tengan que ver con dinero. En este caso, $ 2500 millones. Para empezar a hablar.

Bellagio es un burócrata del sanitarismo, que estuvo a cargo del área económico - financiera de la Superintendencia durante la gestión de Héctor Capaccioli. Capaccioli era aquel recaudador de campaña de Cristina y Néstor Kirchner que reportaba a Alberto Fernández y que debió renunciar como superintendente cuando se conocieron sus vinculaciones con droguerías reguladas por él e involucradas en la venta de efedrina.

Bellagio es, en relación con las facciones sindicales, neutral. Al menos ésa fue la explicación que escucharon del ministro de Salud, Juan Manzur, dos gremialistas enemistados con Moyano, que lo visitaron ayer por la mañana.

La designación de Bellagio es parte de la cuenta pendiente de los Kirchner con Moyano por la subordinación de la CGT al Gobierno. El camionero ya había conseguido la cabeza de Graciela Ocaña, pero todavía le faltaba cobrarse la del superintendente desplazado ayer, Juan Rinaldi, acaso más valiosa que la de la ministra. En un principio, cuando manejaba los subsidios a las obras sociales en la Administración de Programas Especiales (APE), Rinaldi se presentaba como un subordinado incondicional de Moyano. Pero cuando descubrió que podía quedarse con el lugar de Capaccioli, se sumó a Ocaña y a sus investigaciones sobre los fondos de las obras sociales. Los días de Rinaldi comenzaron a estar contados desde que en el Sindicato de Camioneros recibieron la primera carta documento con inquisiciones sobre el manejo del dinero. En el barrio de Moyano esas cosas no se hacen.

Sería un error pensar que al camionero, como se dice en esos casos, "no le importaba la plata, sino el hecho". No. El conflicto con Ocaña-Rinaldi tuvo un efecto insoportable para los voraces sindicalistas: el bloqueo de un reparto de más de $ 2500 millones que ellos pretenden recibir como subsidios a sus organizaciones de salud. Se trata de contribuciones laborales que se acumulan en una cuenta del Banco Nación y que, por deficiencias contables, no son imputadas a ninguna obra social.

Al comienzo de su reinado, era costumbre que Moyano distribuyera ese pozo con un ostensible favoritismo político. Esta arbitrariedad fue la razón principal, si no la única, del entredicho del camionero con Armando Cavalieri, Carlos West Ocampo, Oscar Lescano y José Pedraza, es decir, con "los Gordos". La guerra alrededor de ese dinero llevó a Moyano a preguntarse si no serían esos "compañeros" quienes suministraban la información con que Ocaña y Rinaldi alimentaban sus denuncias.

Este enfrentamiento, a todas luces filosófico, condujo a los disidentes a amenazar con el vaciamiento de la CGT, una vez que su secretario general perdió, con los Kirchner, las elecciones. Al minar el poder de Moyano, "los Gordos" estaban advirtiendo al Gobierno que ya no le alcanzaría con cebar al camionero para mantener la paz social. Uno de ellos -que ensaya su rebeldía apoltronado a una mesa de un restaurante de Puerto Madero- envió un mensaje inequívoco a De Vido: "Si quieren que volvamos a la CGT, pongan también a alguien nuestro a repartir los subsidios".

De Vido todavía no pudo satisfacer esa exigencia. Pero, con la designación de un superintendente neutral y fogueado, como Bellagio, emitió una primera señal amistosa. Además, Bellagio es contador; nada más indicado para distribuir con equidad la piñata de $ 2500 millones.
El futuro de la APE

Queda otro cargo en el reparto: la jefatura de la APE. Manzur, el ministro, había ubicado allí a Mario Koltan, tucumano como él. Para eso desplazó a un delegado de Moyano, Hugo Sola. Fue como tocar un cable de alta tensión: el camionero se lanzó a las radios proponiendo a Eduardo Duhalde como presidente del PJ y, enseguida, consiguió que Sola volviera, de manera provisoria, a su sillón. Por suerte Koltan es dueño de una prepaga y Manzur pudo aducir que lo desplazó por una incompatibilidad.

Mientras tanto, De Vido sigue haciendo gestiones para reunir en una misma mesa, acaso la próxima semana, a Moyano y "los Gordos". De ese armisticio depende la participación del bloque disidente de la CGT en el Consejo Económico y Social, esa especie de respirador artificial al que busca conectarse el Gobierno, debilitado. Igual, le sobra tiempo a De Vido: si el campo no se pliega, es imposible congregar al Consejo.

La restauración del vínculo con Moyano y el intento de coparticipar la "caja" con sus adversarios internos son dos aspectos de un movimiento más general del Gobierno en el área de la Salud. Después de ilusionarse con una reforma a través de las gestiones de Ocaña, en el PAMI y en el Ministerio, los Kirchner se rindieron ante un esquema de poder establecido en ese campo desde mucho antes de que ellos llegaran a Olivos. La parábola es parecida a la que los llevó, en materia de Seguridad, desde la utópica gestión de Beliz hasta el hiperpragmatismo de Aníbal Fernández.

Esta restauración se exhibe también en la selección de personal de Manzur. Reaparecen allí varios de los funcionarios que colaboraban con Ginés González García -padrino profesional del nuevo ministro- y que Ocaña había desplazado, a veces con denuncias penales. Uno es Andrés Leibobich, en la Subsecretaría de Fiscalización, con quien podría volver también -aunque sólo como asesor- Oscar Cabarra. O José Priegue, en la Unidad de Financiamiento Internacional, subordinado ahora a la contadora Verónica Ferraris, recomendada desde la Secretaría de Hacienda. Aquellos funcionarios, discípulos de González García y de Marcelo Ondarzú, tienen un motivo más excitante que el mero retorno para aplaudir a la rueda de la fortuna: la salida de Ana Talco, la mujer a quien Ocaña había destacado para investigarlos a ellos.

___agradecemos a La Nación y a C. Pagni por el artículo de hoy ____

ahora los comentarios :

*** majeigo :
Es hora que alguien diga la verdad de donde estuvo , está y estará la fuente mas grande de corrupción de la Argentina, desde la creación del Peronismo, LA CGT, y los capos mafiosos sindicales. Ese agujero negro, confeso (recordemos a Barrionuevo cuando dijo "dejemos de afanar dos años y Argentina se levanta") es la peor lacra que tenemos. Donde está la declaración jurada de Moyano?, que tendría 10 empresas suyas o de testaferros con enormes contratos con el estado y un patrimonio propio del cual solo se ve su "villa" que vale mas de 2 millones de dólares?.Copiado para reponer por casi seguro reporte.

*** j m lu 1945 :
El pasado 29 J, se pensaba en el fin de Moyano, de Moreno, que a Scioli lo echaban del PJ, del Consejo dela Magistratura, del abuso de las Retenciones, ahí nomás apareció el escándalo de la escandalosa suba del patrimonio de la pareja presidencial......¿Pasó algo? Nada. ¿Hay indicios de que pase? No creo. Nos engañan con un diálogo intrascendente que es para ganar tiempo y del que todos salen sonrientes. Decididamente, con ésta clase de políticos, nuevos ó viejos, y del partido que sean, el ex presidente y su pareja, seguirán llevando el timón del Titanic, con sus odiuos y el absoluto privilegio de sus patrimonio personal.

*** santafesur :
El sindicalismo Argentino es una risa , mientras esté un gobierno peronista vemos que negocito podemos hacer y calmamos a los chochamu , cuando no tengamos un gobierno pejotista ponemos toda la carne en el asador y reventamos al gobierno que este a toda costa, rompemos todo y saqueamos de lo lindo asi la rueda sigue girando y los eternos salvadores de la patria , los fabricantes de pobres mas exitosos del mundo le venderan a este pais el enesimo buzon de su historia.

*** versilia :
Alguna vez, algùn candidato con posibilidades de ganar la presidencia, deberà decir que su primer acto de gobierno serà desactivar al sindicalismo tal cual lo conocemos. Alguna vez el sindicalismo dejarà de ser el partido justicialista (ùnico partido jamàs proscripto gracias a ello). Alguna vez el sindicalismo se deberà depurar y deberian ser los propios peronistas democràticos quienes lo hagan. Argentina no tiene salida, ni hay democracia viable mientras èstos militantes del poder obstruyan las arterias de la libertad. No dejaràn lo obtenido. A la Argentina, por ahora y lamentablemente, solo puede cambiar fracasando continuamente, ajusten sus cinturones ciudadanos!
Están en el vuelo 447 de la Air France...

domingo, 2 de agosto de 2009

Sin rentabilidad ni previsibilidad.por Néstor E. Roulet


En la campaña 2008/09 hemos producido treinta y dos millones de toneladas menos de granos que en la anterior, nuestro rodeo ganadero bajó en forma alarmante, sobre todo teniendo en cuenta que para compensar la merma de carne proveniente de los novillos y novillitos –machos– tuvimos que faenar vaquillonas y terneras –las futuras madres–, por lo cual no podremos reemplazar a las vacas viejas.

En lechería pasamos de 15 mil tambos a menos de 10 mil en la actualidad, año a año tenemos menos ovinos y es totalmente inviable la producción de lana. Los tabacaleros están mal, los productores de frutas no pueden sobrevivir. ¿Podemos decir que el campo está bien?

No hay duda que algo está fallando, ya que en un país que tiene ventajas competitivas para producir alimentos, hoy –a causa de “este modelo”– lo está dejando de hacer. Y la conclusión es simple: no se puede producir porque todas las intervenciones que está haciendo el Gobierno son totalmente negativas.

La gran pregunta es: ¿Por qué el Gobierno está destruyendo, casualmente, al sector más competitivo del país? ¿Se imaginarían que un país como Japón hiciera una política en contra de las automotrices? ¿O que los países árabes taparan los pozos de petróleo?

Esto es lo que le pasa a la Argentina, que se achica, que cada año produce menos y en consecuencia produce menos saldo exportable, es decir deja de entrar dinero que pone un francés, un alemán, un español, un brasileño, para que todos los argentinos vivamos mejor.

Porque si no se produce grano, el grano no está, no existe, por lo tanto no se puede transportar, no se puede cosechar y no se puede moler. Si no se puede transportar significa que el camión no anda y si no anda el camión no se rompe y si no se rompe el mecánico no tiene trabajo. En definitiva, con una menor producción perdemos todos.

¿Y por qué se produce menos? Las causas son: falta de rentabilidad y previsibilidad.

Cuando me preguntan por qué cada vez se siembra más soja, la repuesta es lógica: porque no hay ni rentabilidad ni previsibilidad en la ganadería, en la lechería, en el trigo, en el maíz.

¿Quién va a dejar una ternera lechera que tarda tres años para que le saquemos el primer litro de leche si no sabés cuanto vas a cobrar el mes que viene? ¿Quién va sembrar trigo si te cambian las reglas de juego todas las semanas y cuando vas a cosechar aprietan telefónicamente a los eslabones de la cadena intermedia para que paguen tal o cual precio?

Este Gobierno echó las vacas del campo y desalentó la siembra del trigo y del maíz –los que nos aseguraban la sustentabilidad del sector agropecuario– distorsionando los mercados, usando a la ONCCA y la Secretaría de Comercio Interior para ese objetivo.

Hoy corre serios riesgos el futuro de nuestros suelos y por lo tanto el futuro de todos los argentinos.

¿Qué logró esta política? Que los dos extremos de la cadena sean los castigados –al productor le pagan poco y al consumidor le cobran más–, en beneficio de unos pocos.

Como resultado final hoy tenemos una concentración de riqueza en los eslabones intermedios, por eso siempre afirmo que este es el gobierno de mayor concentración de riqueza. El ejemplo claro es que hace diez años, del total de la facturación del país las 250 empresas más grandes participaban en alrededor de un 36% de la misma, hoy superan el 50%; este es el famoso progresismo kirchnerista.

¿Cómo puede ser que recibamos el mismo precio por el novillo que en el 2005 –$ 3,5 /kg– mientras la carne en el mostrador aumentó un 80%? ¿Cómo puede ser que paguen por el litro de leche en el tambo lo mismo que en mayo de 2007, y los productos lácteos hayan aumentado más de un 40%?

Por eso es mentira que todo se hace para defender la mesa de los argentinos: todo se hace para defender el bolsillo de unos pocos.

¿Cuál es la solución? Empezar a transparentar los mercados y ponerles límites a las intervenciones, ya que de nada sirve que bajen a cero las retenciones del trigo o del maíz si la Secretaría de Comercio Interior sigue llamando por teléfono para que paguen el precio que les conviene a estos empresarios socios funcionales del Gobierno.

Observando los cambios en el Gabinete, atendiendo el llamado a la oposición para hablar sólo de la reforma política –¿no tendrá otros temas más urgentes para atender?– y después de los anuncios del reparto de la cuota Hilton, que le dan el manejo en forma sujetiva, arbitraria y discrecional –¡contentos los lobbistas y algunos funcionarios!– a la ONCCA, desvalorizando nuevamente a la Secretaría de Agricultura y Ganadería, las señales para creer en la convocatoria al “diálogo” no son las mejores.


*Vicepresidente de CRA.

___agradecemos a Perfil y al Sr. Roulet por la nota _____

Entrevista a Graciela Ocaña: "El Gobierno quedó atrapado en Moyanolandia"


Ministra de Salud desde el inicio del gobierno de Cristina Kirchner, renunció al día siguiente de la derrota oficial del 28 de junio, en medio de la pandemia de gripe A y de una feroz interna con el titular de la CGT. Ahora, un mes después, rompe el silencio por primera vez.
Por Ricardo Cárpena.

Esta es la entrevista que seguramente el matrimonio Kirchner habría querido que nunca se hiciera y, menos aún, se publicara. La nota en la que Graciela Ocaña habla por primera vez desde que renunció al Ministerio de Salud, al día siguiente de las últimas elecciones, hace poco más de un mes, y en la que revela que, en plena explosión de la gripe A, "el gobierno nacional no escuchaba la voz" de ella ni la de la cartera a su cargo y, además, confiesa que "no estaba nada de acuerdo en recrear esta Moyanolandia en la que el Gobierno quedó atrapado, ese territorio del toma y daca".

La célebre "Hormiguita", como la bautizó Elisa Carrió cuando aún eran amigas y socias políticas, luce hoy distinta: perdió varios kilos, tiene un nuevo corte de pelo y, sobre todo, recuperó su sonrisa, esa que irremediablemente había perdido en medio de su lucha contra Hugo Moyano, el dengue y el virus H1N1, sus peores enemigos en su último destino en la administración kirchnerista que comenzó en 2003.

Y en la larga entrevista con Enfoques habló de esas tres "plagas", además de su relación con la pareja presidencial, la corrupción, su visión de una fuerza política que recupere la mística original del kirchnerismo y su futuro personal. Y así como marcó fuertes diferencias respecto de Néstor Kirchner, en especial en cuanto al apoyo de éste a Moyano y a su millonaria "caja" sindical, pareció mucho más cuidadosa cuando habló de la Presidenta.

Con "cierta tristeza" por su experiencia en la cartera de Salud, Ocaña se mostró bastante tensa en muchos tramos del diálogo de casi dos horas, en una oficina de LA NACION, pero pareció sentirse liberada en otros, sobre todo cuando habló del líder de la CGT, al que consideró "peligroso para la institucionalidad" del país y al que denunció por "tener una red de relaciones con sociedades manejadas por sus familiares, su esposa, sus hijastros, que les dan servicio a las obras sociales".

Explicó que Moyano, con el respaldo de Néstor Kirchner, pugnaba por el control de 2000 millones de pesos que se aportan para el sistema de salud y no descartó que el sindicalista esté vinculado con episodios de corrupción: "No tengo elementos definitorios, pero él maneja los fondos de los trabajadores como si fueran propios. Y de ahí hay muy pocos pasos", destacó la ex interventora en el PAMI.

Por otra parte, afirmó que el resultado de las últimas elecciones fue "un llamado de atención (al oficialismo) por haber abandonado muchas de las banderas" de la primera gestión kirchnerista, hizo hincapié en que el error del ex presidente fue "encerrarse en el PJ" y cuestionó que desde la Casa Rosada actualmente "no se beneficie a muchos sectores productivos y, en cambio, se siga manteniendo una renta exagerada para el sector financiero".

De todas formas, Ocaña afirmó que, pese a su alejamiento del Gobierno, no piensa volver a hablar con una opositora como Carrió, quien, a su juicio, también "tiene que hacer un análisis de la elección en la ciudad de Buenos Aires y, además, de su forma de liderar un movimiento".

La ex ministra dijo que está armando una asociación civil para seguir trabajando en temas como transparencia y lucha contra la corrupción, pero admitió que está buscando trabajo. De todas formas, confesó que también está ocupada en diseñar su propio sitio web, www.gracielaocana.com.ar , que probablemente dentro de una semana le permitirá mostrar sus investigaciones y recibir denuncias.

Video: Ocaña: ?Una pandemia y una campaña electoral son contradictorios?

-¿Por qué renunció al Ministerio de Salud? ¿Por culpa de Hugo Moyano, por la gripe o por la soledad en que la dejó su propio gobierno?

-Tiene varias aristas. Una es una decisión política que tiene que ver, fundamentalmente, con una forma distinta de ver la política. Esa transversalidad de sumar a distintos sectores se había terminado y llegamos a quedar atrapados dentro del PJ. Yo, que había sido convocada para pelear contra [Luis] Barrionuevo, para terminar con la corrupción en el PAMI, no estaba para nada de acuerdo en recrear esta Moyanolandia en la que el Gobierno quedó atrapado, este territorio del toma y daca. Aparte, por supuesto, está el tema de la gripe. Sentí que el gobierno nacional no escuchaba la voz, que no era ni siquiera la voz de Graciela Ocaña, sino la voz del Ministerio de Salud, y que había otras miradas que eran las que se tomaban en cuenta para tomar algunas decisiones al respecto. Por eso yo soy la que tengo que dar un paso al costado. Porque a la Presidenta la eligió el pueblo argentino.

-¿A quiénes se escuchaba?

-A otros expertos. Este diario mismo publicó la opinión de expertos que decían que la gripe se curaba sola o que no tenía más consecuencias que una gripe estacional. Y dijeron que no era necesario cerrar escuelas, que no había que tomar ninguna de las medidas que, a principios de junio, el ministerio propuso en la unidad coordinadora nacional, que es la que toma la decisión. Como usted sabe, hay una unidad coordinadora, presidida por el jefe de Gabinete, que coordina las acciones.

-¿Entonces usted tomaba decisiones, pero no era escuchada?

-A principios de junio, por ejemplo, propusimos el cierre de las escuelas, algo que fue largamente discutido en una reunión de la unidad coordinadora, pero esa propuesta no se llevó adelante.

-¿Por qué?

-Había especialistas que tenían una mirada distinta de la nuestra. Nosotros trabajamos con un comité de expertos de distintas asociaciones, tanto infectólogos como de la Sociedad de Pediatría, muy reconocidos en la Argentina.

-¿Pesó el hecho de que iban a realizarse los comicios y era electoralmente negativo para el Gobierno tomar decisiones drásticas?

-Pesaron muchísimas cosas. Muchos hasta especularon que con la gripe se quería tapar el dengue. O pensaron que era alarmista hablar de la gripe.

-¿Usted llegó a proponer que se postergaran las elecciones?

-No, eso nunca estuvo en discusión. Sí propusimos, por ejemplo, no viajar de zonas donde había una circulación extensa del virus a zonas donde no hubiera. Además, evitar los lugares de concentración masiva, y el cierre de escuelas durante la segunda y la tercera semana de junio.

-¿Y alguna vez le dijeron que esto no debía complicar las elecciones?

-Como dijo la doctora Mirta Roses [directora de la Organización Panamericana de la Salud], una pandemia y una campaña electoral son bastante contradictorios. Pero antes de las elecciones muy pocos hablaban de la gripe. Yo estaba entre esos pocos.

-En este tema, ¿quién era su interlocutor directo en el Gabinete?

-El jefe de Gabinete [Sergio Massa]. Y la Presidenta era informada.

-También se criticó el manejo de las cifras de infectados y de muertos. Pareció que después de las elecciones se blanquearon esos números.

-Todos los días dábamos los partes con las cifras, incluso con las personas que estaban internadas. No hubo un blanqueo de cifras. Un testigo privilegiado ha sido Juan Carr, que estuvo en la mayor parte de las reuniones. Hay enfermedades que obligatoriamente deben ser informadas, como la gripe. Y lo que teníamos era la recopilación de la información que, a su vez, pasaban las direcciones de Epidemiología de las distintas provincias. Las muestras iban al Instituto Malbrán, allí se hacía un correlato de las cifras, y todos los días se informaba sobre esas cifras.

-¿Nunca le pidieron que no revelara cifras sobre las víctimas del virus?

-He hecho mi carrera política sobre la base de la verdad. Nunca he ocultado nada. No he ocultado cifras y no creo en la mentira. Menos cuando la mentira tiene que involucrar el tema de salud.

-Un estrecho allegado a usted me contó que el mismo gobierno que cuando era ministra le retaceaba 1000 millones de pesos para combatir la gripe le dio esos fondos a su sucesor, Juan Manzur, en forma inmediata. ¿Es cierto?

-En el caso de una pandemia, siendo un tema de salud, es muy importante el apoyo político. Me parece muy bien que el ministro lo tenga.

-Eso está claro. ¿Pero Manzur tiene más apoyo oficial del que tuvo usted?

-No voy a hablar del tema.

-¿En qué momento empezó a sentir que la Presidenta que siempre la respaldaba empezaba a soltarle la mano?

-Cuando se suscitaron algunos conflictos con el manejo de los dineros de las obras sociales. Debo de ser la ministra de la cual se anunció más veces la renuncia. Pero no quiero personificarlo en la Presidenta.Había una situación muy contradictoria porque mientras había dirigentes gremiales que pedían mi cabeza, lo hacían público y lo ponían en todos los diarios, esos mismos eran los que tenían la principal relación con el Gobierno. Hablo de Hugo Moyano y de ese mundo sindical que lo sigue a él.

-Usted no quiere personificar, pero esa Moyanolandia de la que habla no se construyó sola, sino con el aporte de quienes lideran su propio proyecto político, es decir, los Kirchner.

-Moyano, en un principio, quizá haya sido funcional a ese proyecto. Pero leí hace poco en algún medio la preocupación en el Poder Judicial porque Moyano quiere nombrar jueces. O la preocupación de muchos intendentes por los costos que tienen algunos de los servicios que los municipios pagan, justamente por las presiones de Moyano: "Aceptá tal o cual empresa". Esto es público. En una de las primeras charlas que tuve con Néstor Kirchner, en el despacho de Alberto Fernández, me dijo que venía a limpiar la Argentina de esos grupos de poder que habían condicionado al país. Es bastante raro porque terminamos en parte de esa Argentina del toma y daca.

-¿Su problema con Moyano entorpeció su relación con los Kirchner?

-No tengo un problema personal con Moyano. De lo que estamos hablando es de los manejos de los fondos de las obras sociales, de los fondos que cada uno de nosotros, como trabajadores, aportamos al sistema, y de cómo esos fondos son utilizados por dirigentes sindicales que creen que pueden usarlos para ellos mismos. Nosotros impulsamos una serie de medidas para darles transparencia a esos fondos, para que las obras sociales pudieran tener la reposición del dinero que habían invertido en los pacientes que atendieron por enfermedades de alto costo y baja incidencia, por ejemplo. Empezamos a restringir muchos de los manejos que históricamente tenían. Por ejemplo, el de las droguerías. Había droguerías especializadas para cada obra social...

-¿Cómo es eso?

-Ya lo había visto en el PAMI. En el caso de las obras sociales, hay droguerías que se especializan en una obra social, son proveedoras y abastecen a una de estas entidades. Hasta tal punto llegaba esa relación que la droguería tenía un poder por parte de la obra social que le permitía hacer los trámites: se presentaba en las Administración de Programas Especiales a cobrar. Yo pedí una auditoría e hice sacar una cantidad de expedientes con los troqueles de la medicación que reclamaban y que había sido administrada. Para nuestra sorpresa, hicimos revisar esos troqueles por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) y descubrieron que muchos eran truchos. Los laboratorios no reconocieron esos troqueles como originales. Estamos hablando de mucho dinero. Esto se recuperó porque se les cobró a las obras sociales.

-¿Cuáles eran las obras sociales implicadas en estas maniobras?

-Varias. Me sorprendió que, cuando comenzamos con estas medidas, algunas de esas obras sociales que hasta tenían reclamos hechos los cancelaron y dijeron que no los habían hecho, que eran las droguerías y que desistían de cobrar. Entonces, a confesión de partes, relevo de pruebas.

-Deme los nombres

-No los tengo en mente, pero hay varias obras sociales, como, por ejemplo, la de Agua y Energía de Mendoza, a la que luego le terminaron cancelando la autorización para funcionar y que, por ejemplo, tenía relación con una de estas droguerías, la de Forza [Sebastián, el empresario farmacéutico que apareció asesinado en General Rodríguez, supuestamente por su conexión con una red de narcotraficantes].

-¿Y cómo entra Moyano en este esquema que describe?

-La droguería especializada de la obra social de los camioneros se llama Droguería Urbana, que es de los mismos socios de la empresa de Forza. Muchos dudan de quién es el verdadero dueño de esta droguería, cuya facturación a las obras sociales ha crecido en los últimos tres años al calor del crecimiento del poder de Moyano.

-¿En qué consiste, exactamente, la famosa "caja" de Moyano vinculada con el manejo de las obras sociales?

-Pasa por muchos lugares. Hubo mucho enojo, por ejemplo, porque se repartieron 48 millones de pesos en fondos para actividades preventivas, que, por otra parte, son obligatorias para las obras sociales. Ese dinero jamás fue rendido y yo le pedí al superintendente de Servicios de Salud, Juan Rinaldi, que pidiera a todas las obras sociales que rindieran esos fondos. Muchas de ellas no lo hicieron. A su vez, di orden para que suspendieran otros 100 millones dispuestos a ser enviados de esa forma. Sé que eso enojó a mucha gente. Moyano tiene una red de relaciones con sociedades manejadas fundamentalmente por sus familiares, su esposa, sus hijastros, que están de los dos lados del mostrador: son las que les dan servicios a las obras sociales, las que construyen los sindicatos.

-¿De qué empresas habla?

-Las empresas que maneja la mujer de Moyano son Iarai S.A., gerenciadora de la obra social de camioneros, y Aconra Construcciones, que hace las reformas de los consultorios y de los sanatorios. Los trabajadores aportan para la obra social, que pasa los fondos a las empresas de Moyano, donde queda la ganancia. Por eso digo que está de los dos lados del mostrador.

-¿Pero cuánto representa la "caja" de las obras sociales por cuyo control pugnaron usted y Moyano?

-La caja sindical, diría. Estamos hablando de mucho dinero: la disputa central era por 2000 millones de pesos, que no es dinero del Estado ni de los sindicatos, sino de los trabajadores, que hemos aportado para darnos servicios de salud. La discusión era que Moyano quería esos 2000 millones para las obras sociales, para los sindicatos.

-¿Pudo hablar personalmente de este tema con el propio Moyano?

-Tuvimos reuniones. El decía que había que hacer todo lo que yo proponía, pero cuando lo hacía no le gustaba nada.

-¿Cómo se enteraba de eso?

-Porque era vox pópuli en toda la seguridad social. Y por los comentarios de que pedían mi cabeza luego de que Moyano visitaba la quinta de Olivos.

-¿Y no pudo hablar de este tema con el propio Kirchner?

-No, nunca lo hablé con Kirchner.

-Pero él tomaba decisiones que complicaban su gestión ministerial...

-Venía gente a hablar en nombre de él. Moyano venía en nombre de Néstor.

-¿Cree que Moyano es corrupto?

-No tengo elementos definitorios para contestar. El maneja los fondos de los trabajadores como si fueran propios. Y de ahí hay muy pocos pasos.

-¿Y es peligroso?

-Es peligroso para la institucionalidad. Tenemos que ir hacia mecanismos que profundicen la democracia. Y personas que quieren imponer jueces o empresas son malas para la vida en democracia.

-Usted habrá avanzado contra Moyano con algún aval de la Presidenta...

-No hay que preguntar sobre las cosas que hay que hacer. Hay que hacerlas. Lo que está mal, está mal. No consulté.

-¿Tampoco tuvo alguna indicación?

-No, tampoco.

-¿Le llegaba algún mensaje o sugerencia desde la quinta de Olivos?

-Los podía leer en los diarios, como cualquier argentino, todos los días.

-En lugar de quitarle apoyo, los Kirchner cada vez le dan más poder a Moyano. ¿Cómo se siente?

-No es una decisión mía.

-¿No la decepcionó la Presidenta?

-Tengo cierta tristeza. Ojalá que Cristina pueda retomar su gobierno, el que ella proponía, que tenía que ver con resolver las cuestiones de fondo de la Argentina, con mayor institucionalidad, con un acuerdo del Bicentenario para terminar con muchas de las injusticias que se viven, pese a lo mucho que el gobierno de Néstor Kirchner hizo para mejorar la situación económica y social. Ojalá que pueda lograrlo.

-¿Se encontró con muchas irregularidades de la gestión de su antecesor, Ginés González García?

-Todo lo que encontramos se denunció y lo que creímos que no estaba bien se cambió. Lo que estaba bien se continuó.

-¿Sospecha de actos de corrupción?

-No, pero en lo que hicimos mucho hincapié, por ejemplo, fue en trabajar con los laboratorios públicos. Había una red que no tenía una entidad de trabajo y la conformamos como una red de laboratorios públicos para que pudiera acceder al programa que compra la mayor parte de medicamentos, como es el programa Remediar.

-¿Qué falló en materia de prevención para evitar la expansión primero del dengue y luego de la gripe A?

-Es parte del sistema de salud que hay que modificar. La argentina tiene un sistema de salud federal, es decir que cada provincia ha resguardado para sí el sistema de salud. Veníamos trabajando con el tema del dengue, como históricamente se hacía, y todas las provincias tomaron compromisos. El problema es el cumplimiento de esos compromisos por parte de las provincias. LA NACION tiene una acción territorial limitada. En el caso del Chaco y de Catamarca, por ejemplo, los alertas tempranos no funcionaron.

-¿Por qué?

-Porque el propio sistema de salud provincial no detectó a tiempo los casos de dengue. El director del hospital de Sáenz Peña, en el Chaco, comentaba que allí hubo casos de gente con fiebre. Es el primer síntoma: justamente en esos casos hay que hacer un seguimiento, tomar muestras. Eran atribuidos a una intoxicación porque habían hecho una desinfección del aeropuerto para eliminar palomas. Habrá que buscar las responsabilidades y determinar por qué el sistema no funciona.

-¿Y por qué el kirchnerismo rechazó en el Senado el proyecto que usted impulsaba en ese momento para declarar la emergencia por el dengue?

-Evidentemente no lo creyó oportuno. Era de alerta epidemiológico. El ministerio ya lo había declarado el 23 de enero. No tengo explicación de por qué lo hicieron.

-Esas decisiones no se toman sin el aval de la Casa Rosada.

-No, por supuesto. Nadie me consultó.

-Tuvo muchos desaires de este tipo mientras duró su gestión, ¿no?

-Sí, quizá diferencias de gestión. Pero a mí nadie me había votado.

-Usted hablaba de rearticular el campo popular y de volver al kirchnerismo "explícito". ¿Sigue vigente eso?

-Decir eso del kirchnerismo me condenó en su momento al ostracismo político. Pero los resultados electorales mostraron eso, Fue un llamado de atención por haber abandonado muchas de esas banderas, fundamentalmente las que tenían que ver con una mayor institucionalidad. Me he puesto muy contenta cuando la Presidenta llamó al diálogo. El problema fue cuando el proyecto se asentó sobre determinados sectores que son los que el kirchnerismo había venido a modificar, ciertos sectores sindicales, ciertos sectores empresariales. Es importante que se vuelva a eso. El gobierno de Néstor Kirchner fue uno de los que más hizo para beneficiar a la producción y hoy, a la luz de lo que está pasando con muchos sectores productivos, como la ganadería, la agricultura, los pequeños y medianos productores, no es así. Y a los que se venía a castigar, como al sector financiero, que sigue manteniendo una exagerada renta sin ni siquiera cumplir los fines que tiene, como prestar para viviendas, para pymes, para los sectores productivos, sin embargo se les sigue garantizando una alta rentabilidad. Son distorsiones que hay que cambiar.

-Junto con Alberto Fernández, usted parece una de las "viudas" del kirchnerismo (risas). Están soñando con un Néstor Kirchner que no existe más: el propio ex presidente ha cambiado.

-Nooo... El error fue justamente abandonar muchas de esas cosas. Encerrarse en el Partido Justicialista.

-¿Por qué lo hizo?

-Eso no lo puedo contestar. A veces es mucho más sencillo que te digan que sí que construir un proceso de consensos, de dar discusiones, debates.

-¿Kirchner piensa como usted?

-No he hablado con Néstor. Me condenaron al ostracismo quizá por decir lo que pienso. Siempre dije lo que pienso. Sé que a mucha gente no le gusta.

-Ahora que está en el llano, ¿usted puede reencontrarse con Carrió?

-Néstor Kirchner tiene que analizar y hacer una lectura del resultado de la elección, pero Elisa Carrió también tiene que hacer una lectura de la elección en la ciudad de Buenos Aires y también de su forma de liderar un movimiento.

-Luego de la forma en que la trató el kirchnerismo, ¿no comprende más a Carrió y su postura tan crítica?

-No, Lilita abandonó muchas de las ideas que ella tenía y hoy está más cercana a Prat Gay, a Gabriela Michetti y a otros dirigentes que respeto, pero con los cuales no tengo nada en común para hacer política.

-Y hoy, ¿a quiénes ve como posibles aliados políticos?

-No sé si aliados, pero veo la política como Luis Juez o el socialismo de Hermes Binner y Miguel Lifschitz. En el peronismo, Felipe Solá, Alberto Fernández, gobernadores como Daniel Scioli, Sergio Uribarri, Juan Urtubey. El propio Julio Cobos, que fue un actor importante dentro de la Concertación.

-Algo que no entiendo: ¿por qué designaron a alguien como usted, con un perfil indicado para romper una de las cajas de financiamiento sindical, si no había real voluntad de hacerlo?

-Yo también me he hecho muchas veces esa pregunta. No la pude responder.

-¿Nunca lo preguntó tampoco?

-Quizá todos cometimos un error.

-¿Lo llegó a hablar con la Presidenta en la última charla que tuvo con ella, cuando le presentó su renuncia?

-Un poco, pero lo que más me gustaría sería que la Presidenta pudiera reconducir ese proceso político de 2003 a 2007, que fue tan exitoso no sólo en lo electoral sino también para muchos argentinos que pudieron salir de la pobreza, que encontraron trabajo, que pudieron mejorar su vida. Ojalá que pueda reconducir ese proceso.

-¿La ve dispuesta a eso?

-Es una mujer muy inteligente.

-¿Qué le parece la decisión de mantener a Guillermo Moreno?

-No hay una buena lectura de lo que la sociedad demandó, que es justamente terminar con ciertos estilos patoteriles.

-¿Sigue pensando que no hay pruebas de que el Gobierno sea transparente?

-Es un gobierno que ha mejorado mucho la Justicia. Fundamentalmente con los cambios que introdujo en la Corte. Los casos de corrupción deben ser denunciados y analizados. Me indigna un poco: viajo en el Sarmiento y me doy cuenta de que los problemas del tren no se solucionaron. El ex secretario de Transporte [por Ricardo Jaime] solucionó los problemas propios para viajar, pero no los problemas que tenemos los que vivimos en el conurbano.

-¿Usted nunca vio nada extraño, ningún acto de corrupción?

-Todos los hechos que vi los denuncié.

-¿Y Julio De Vido, al que lo han acusado hasta de ser cajero de los Kirchner, debería dejar el Gobierno?

-Es una decisión de la Presidenta determinar quién lo acompaña o no. Yo no puedo decir nada en firme sin pruebas. Es una figura que ha sido denunciada y entiendo que está siendo investigado. Hay que dejar que la Justicia pueda actuar.

-Sergio Acevedo dijo a Enfoques que es sospechoso el aumento patrimonial de los Kirchner y que esos márgenes de ganancia se obtenían sólo en actividades no lícitas. ¿Qué le parece?

-No conozco la declaración jurada más que lo que he visto en los medios. De esa primera lectura, llama la atención, pero están tanto la Oficina Anticorrupción como el ministro Aníbal Fernández que, por su parte, comentó que hay denuncias judiciales y se está investigando. Sería bueno que quien tenga elementos se presente ante la Justicia.

-¿No le sorprenden esos márgenes de ganancia, del 158% en un año?

-Es sorprendente, sí. Y sería bueno que se brinde una explicación pública sobre ese aumento patrimonial.

-Acevedo afirmó en esa misma entrevista con Enfoques: "Yo pude haber legitimado un esquema de funcionamiento de esta naturaleza. O con los actos de corrupción. Aunque uno no es autor ni encubridor ni nada, de alguna manera formó parte de un esquema". ¿A usted le pasa algo parecido?

-No, todo lo que he visto que creía que era un hecho ilícito lo denuncié.

-Usted estaba en el poder cuando sucedió el caso Skanska o el episodio de la valija de Antonini Wilson. Habla contra el clientelismo, pero este gobierno ha incurrido en esas prácticas, alentó candidaturas testimoniales y ciertos manejos que rozan lo deshonesto. ¿Su presencia no avaló todo esto?

-No, yo avalo lo que hago. No estaba de acuerdo con las candidaturas testimoniales, y no fui candidata. En mi área denuncié todos los hechos de corrupción. Toqué muchos intereses. Y estoy fuera del Gobierno.

-O quizá se quedó pensando que podía cambiar algunas cosas...

-Mi presencia ayudó en algunas áreas., No dejé que se robaran el dinero de los trabajadores o de los jubilados. Y con todo lo que supe, hice lo que correspondía, que básicamente fue denunciarlo a la Justicia. Me peleé hasta con Alberto Fernández y con mucha gente del Gobierno.

-¿Por haberlo echado a Héctor Capaccioli? [N. de la R.: en la campaña presidencial de Cristina Kirchner, fue el encargado de reunir fondos y se descubrió que entre sus aportantes había empresas vinculadas con la "ruta de la efedrina".]

-Por ejemplo. Me decían que eso no se hacía...

-¿Denunciar la corrupción?

-Exactamente. Cerré las droguerías de Forza. Cerré muchas droguerías. Y les cerré muchos negociados a mucha gente.

-Igualmente, me quedó la sensación de que usted le apunta mucho a Moyano, pero exime de responsabilidad a los Kirchner en el crecimiento político y económico del jefe de la CGT...

-Quien lo sostiene y le permite hacer todo esto es Néstor Kirchner. Es quien ha hecho todas esas alianzas, quien le ha dado poder. ¿Por qué? No puedo decirlo.

-¿No así Cristina?

-No, no sé, ahí hay un jefe.

-¿El que manda es él?

-En el caso de Moyano, sí.

© LA NACION .

____entrevista exclusiva de La Nación de hoy, a quien agradecemos_____