lunes, 29 de junio de 2009

viernes, 26 de junio de 2009

Ya hay un ganador : La Frivolidad. por Joaquín Morales Solá


Néstor Kirchner hizo de rockero y dio un salto mortal desde una tribuna para caer en brazos de sus seguidores. Mauricio Macri se disfrazó de Freddy Mercury para arruinar en la televisión las canciones del cantante muerto. Cristina Kirchner pidió la solidaridad electoral de los militares y Francisco de Narváez se convirtió en más estatista que Néstor Kirchner. La campaña electoral ha concluido y casi ninguno de sus protagonistas le escapó a la contradicción ni al ridículo. ¿Necesitaban travestirse tanto para sacar a la política de la anorexia que la aqueja desde hace mucho tiempo?

Lo peor es que pudieron muy poco, casi nada. Sólo el juez Federico Faggionato Márquez y Marcelo Tinelli le proporcionaron a la campaña la dosis necesaria de extravagancia como para convertirse ellos mismos en más protagonistas que los candidatos. El juez le concedió a De Narváez el pergamino de perseguido y, así, lo levantó hasta llevarlo al empate con Kirchner. Tinelli jugó el juego del poder: Kirchner nunca fue tan inofensivo como el Kirchner de la parodia de "Gran Cuñado". El juego terminó anoche con un Kirchner que entraba y salía del programa de Tinelli.

Kirchner no estuvo débil sólo en los últimos tiempos. Lo estaba antes. El ex presidente tiene una virtud, y consiste en que le es casi imposible disimular sus sensaciones. Sólo un político que siente un tembladeral bajo sus pies se somete a una elección de diputado nacional (cuando ya fue y sigue siendo el dirigente más importante del país de los últimos seis años) para competir con un novicio de la política. Sólo esa intensa percepción de inestabilidad pudo obligar a Cristina Kirchner a hacer campaña con más dedicación y persistencia que en las vísperas de su propia elección presidencial.

No están equivocados. Una fatiga social del kirchnerismo es fácilmente comprobable en las mediciones de opinión de importantes distritos electorales. Carlos Heller es candidato en la Capital porque ningún otro dirigente (ni Rafael Bielsa ni Aníbal Ibarra) quiso hacer kirchnerismo en un territorio duramente antikirchnerista. Carlos Reutemann no sabe cómo explicar en Santa Fe que nunca más se acercará a Kirchner. Los santafecinos ya le anticiparon que votarán por Rubén Giustiniani sólo ante la duda de una eventual cercanía con el ex presidente. Y De Narváez cometería un error si creyera que todos los votos que cosechará el domingo, gane o pierda, serán de él; gran parte de ellos serán votos contra Kirchner.

A Kirchner no le quedó otra opción que andar saltando desde las tribunas. Su propuesta es muy magra: la continuidad de su modelo, dice, y no precisa nada. Los últimos años de bonanza argentina han sido obra de un mundo que crecía y consumía. Ese es el modelo, pero el mundo ha cambiado: ¿cuál es el modelo de Kirchner para enfrentar la crisis? Hasta ahora, sólo hay una porción de estatismo con dosis de aislamiento. Ni siquiera hubo un debate serio sobre esos conflictos.

De Narváez pasó de ser el político más preocupado por el mundo y la inversión al más estatista en muy pocas horas. Necesitaba conquistar el voto eventual de Luís Patti, que tiene un condimento importante de viejo peronismo, y el de muchos radicales volcados hacia la izquierda y, por lo tanto, renuentes a abandonar a Margarita Stolbizer por una alternativa más útil. Sólo quien había sentado pocos precedentes sobre sus ideas podía hacer semejantes cabriolas y no sorprender a nadie.

* * *

Entre brumas, pudo observarse una línea distinta en cierto horizonte. Por ejemplo, Hugo Chávez corre el riesgo, casi inevitable ya, de quedarse sin aliados en la Argentina. Los Kirchner, sus únicos amigos, resultarán muy debilitados. Julio Cobos, Elisa Carrió o Hermes Binner anunciaron que prefieren mejores relaciones con Lula, con Michelle Bachelet o con Tabaré Vázquez. Macri se identifica más con Alvaro Uribe. Ninguno de ellos quiere saber nada con Chávez. Ese mosaico pudo reconstruirse sólo cazando frases sueltas, pero significa un importante cambio de parámetros ideológicos.

La política argentina se ha convertido en un divertimento de hombres ricos. Los Kirchner no sólo son ricos ellos; también tienen el Estado a su disposición. De Narváez cuenta, igualmente, con riqueza personal. Los hombres ricos no son seres malignos, porque por lo general suelen generar trabajo y riqueza en sus países. El problema es cuando la política, huérfana de normas respetadas, excluye a los que no tienen dinero. La política se divide, entonces, entre opulentos, pobres e indigentes.

¿Quién podía respetar las normas de la campaña cuando éstas fueron incumplidas por el propio gobierno? Si De Narváez empezó la campaña antes de la fecha establecida por la ley, la Presidenta también violó las normas cuando cumplió una frenética agenda de inauguraciones de obras públicas después del plazo legal. Peor todavía: aun cuando la recaudación se derrumbó, el gasto público aumentó con velocidad satelital. El "año electoral" justificó cualquier despilfarro.

La conclusión de una campaña anormal no puede ser la normalidad. Las elecciones del domingo serán necesariamente conflictivas, sobre todo en Buenos Aires. La diferencia entre Kirchner y De Narváez (a favor del candidato opositor, según la encuesta de Poliarquía que publica LA NACION) presagia un escenario complicado y, quizá, traumático y confrontativo. Tal vez los argentinos se vayan a dormir en la noche del domingo sin saber quién ganó en el más grande distrito electoral.

¿Habrá reacción de algún sector social? ¿Cómo reaccionará el propio gobierno que nunca respetó su deber de garante de la paz social? En su último acto de campaña, Kirchner volvió a ser él mismo: duro, crispante, divisorio de aguas y de sociedades. ¿Es ése el líder que deberá anunciar dentro de pocas horas su victoria o su derrota? ¿Está Kirchner preparado para la derrota?

El kirchnerismo ha tomado recaudos. Las puertas de varios medios de comunicación podrían ser bloqueadas en la tarde del domingo por fuerzas de choque paraoficales, según anunciaron estas mismas organizaciones. La advertencia es clara: ningún medio periodístico deberá informar sobre ganadores y perdedores hasta que el Gobierno lo haya autorizado.

A falta de un debate más serio, la crítica a los periodistas estuvo en el centro de la campaña. Ese cuestionamiento no fue sólo del Gobierno, aunque éste fue el que más lo practicó. También algunos referentes opositores explicaron su desgracia electoral echándoles la culpa a los medios de comunicación. ¿Por qué debería terminar bien lo que comenzó y siguió mal?

¿Tienen los medios alguna culpa? No importa. Siempre serán mejores la irreverencia de Tinelli o el desparpajo de Faggionato Márquez en momentos en que la frivolidad política alcanzó la categoría de un extraño arte.

__agradecemos a La Nación, a Nik y a J. Morales Solá_____

___ Ahora sólo nos queda esperar el domingo ___

miércoles, 24 de junio de 2009

La comunidad wichí de Formosa suma nuevas denuncias por sustracción de DNI


La polémica desatada ayer tras las denuncias de un grupo de aborígenes wichí de Formosa volvió a cobrar relevancia esta mañana, después de una integrante de esa comunidad lanzara nuevas acusaciones por la sustracción documentos.

Albina Espeche, miembro de la comunidad, denunció que sus dos hijos le dieron los DNI a las autoridades "por necesidad" y que nunca les fueron devueltos. Asimismo subrayó que no en la localidad donde vive no le quisieron tomar la denuncia.

"Ya son varias elecciones que pasa lo mismo", denunció la mujer, quien además lanzó: "Estamos cansados de que los políicos nos amenacen, tenemos miedo".

Un grupo de aborígenes wichí de Formosa denunció ayer que el intendente de la localidad de Ingeniero Juárez, Cristino Vidal Mendoza, les quitó el DNI a unos 2000 aborígenes de ese departamento.

"Por necesidad, mis hijos le dieron los DNI a cambio de frazadas y alimentos, eero esos documento se los dieron en mayo. No tenemos ni idea cuando nos lo van a devolver", aseguró Espeche en diálogo con el canal TN.

"Cuando los reclamé, me amenazaron, fui a la policía y no me quisieron tomar la denuncia. Además, cuando yo estaba en la comisaría empezó a llegar más gente por lo mismo", contó esta aborígen wíchi.

En Formosa, donde en esta elección se renuevan dos diputados nacionales, hay unos 25.000 descendientes de los pueblos Toba, Wichí y Mataco. El padrón provincial asciende a 350.000 electores.

En esta provincia, tradicionalmente dominada por el Partido Justicialista que controla Insfrán, se miden el oficialista Frente para la Victoria y el opositor Acuerdo Cívico y Social, que lleva como candidatos al ruralista Ricardo Buryaile, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), y a la religiosa María Inés Delfino.

___Gracias a La Nación por la nota de hoy_____

leemos los comentarios :

*** meb 1948 :
TENGO UN INMENSO AGRADECIMIENTO A LAS COMUNIDADES WICHI, TOBA, PILAGA, Y TANTAS OTRAS EN DONDE ME ENSEÑARON A RESPETAR AL OTRO Y A LA NATURALEZA Y TAMBIÉN TENGO LA CONSTANTE PESADILLA DE HABER CONOCIDO COMO GOBERNADORES, DIPUTADOS, PROFESORES VENDIDOS A LA POLÍTICA CREANDO PLANES QUE NUNCA LLEGAN A ESAS COMUNIDADES PERO SI A SUS IMPOLUTAS 4x4,COMO EN INGENIERO JUAREZ EN DONDE PERMITEN QUE LA EMPRESA TOTAL EXTRAIGA DURANTE AÑOS PETROLEO SIN OFRECER HACER CAMINOS, ESCUELAS, HOSPITALES, Y SI PERMITIRLES DESERTIZAR LA PROVINCIA DE FORMOSA QUE HACE MAS DE 60 AÑOS ATRÁS ERA UNA PRADERA DE DONDE SALIA EL MEJOR GANADO EN DONDE A PULMÓN LEVANTARON VÍAS PARA QUE CIRCULARAN LOS TRENES, EN DEJAR QUE EMPRESAS EXTRANJERAS HAYAN TALADO Y SIGAN TALANDO INDISCRIMINADAMENTE LOS MONTES, POR DECIR MONTES PORQUE CASI NO QUEDAN, JUGANGO CON LA MISERIA EN LA QUE HAN HUNDIDO A ESTAS COMUNIDADES INDÍGENAS QUITÁNDOLES SU HABITAT Y POR LO TANTO SU FORMA DE SUBSISTIR, "ENGANCHÁNDOLOS" AL ALCOHOL DE LA FORMA MAS CRIMINAL, SI SEÑORES ALCOHOL DE FARMACIA CON SOBRECITOS DE EXTRACTOS DE NARANJA. YO HE CONOCIDO TODO ESO,Y ME DA VERGUENZA QUE PERMITAMOS QUE EN EL PAÍS TODAVÍA SIGAN GOBERNANDO A LOS QUE SOLO LES INTERESA SU BIENESTAR PERSONAL Y ENRIQUECIMIENTO ILEGAL. NO SIRVIÓ PERÓN,NO SIRVIÓ EVITA,NO SIRVIERON NI LOS MILITARES CORRUPTOS,NI ALFONSÍN,NI MENEM,NI LA COLORIDA GAMA DE PRESIDENTES EN LA DEBACLE DE NUESTRO PAÍS,NI KIRCHNER Y NI FERNÁNDEZ;POR UNA VEZ PENSEMOS EN NUESTRA TIERRA Y VOTEMOS CON LA CABEZA.

*** keguay :
Nada nuevo bajo el sol, vamos a hacer un poco de historia sobre la “JUSTICIA SOCIAL PERONISTA”, la página que les envío es muy pero muy interesante http://www.lafogata.org/06arg/arg7/arg_17-5.htm y habla claramente de que las gentes cambian pero los métodos son los mismos o similares. No conozco la trayectoria de Claudia Korol (su autora) pero los datos que aporta son absolutamente verídicos y espeluznantes. BASTA DE MENTIRA….¡MEMORIA…!

*** escorpión :
Los compran por poca plata y la necesidad tiene cara de hereje. La policía no toma denuncias y así colabora con el patron de la zona, que por rara casualidad es el que dispone de los DNI. Renovada versión de "Los Dukes de Hazard" y todos miran para otro lado como que aquí no ha pasado nada mientras los derechos civiles son pisoteados y manipulados al antojo del partido gobernante. En resumen, nada nuevo en este país de cuarta gobernado por políticos de la misma categoría.

sábado, 20 de junio de 2009

Match point. por Jorge Fontevecchia


Hay momentos en la vida de las personas donde todo cambia a partir de un punto decisivo ajeno al control de alguien. Llamamos a esas situaciones suerte, fortuna o destino, y son el componente fundamental de muchas historias con las que el arte construye la ficción copiando la realidad: los enamorados que no se cruzaron por un minuto y no se volvieron a ver nunca más en la vida, o los que sí se cruzaron y no se separaron hasta su muerte.

Néstor Kirchner, a quien tanto le gusta la certeza (o pensar, como dijo Stalin, que “el destino baraja las cartas pero nosotros las jugamos”), no debe poder creer ser él mismo protagonista de una de estas situaciones donde sólo el azar es motor de la existencia. Si el 28 de junio él ganara en la provincia de Buenos Aires y, más aún, si Reutemann perdiera en Santa Fe, Kirchner podría controlar el peronismo e influir sobre el 2011. Y si perdiera por un voto, estaría frito (lo mismo Reutemann).

¿De qué sirve el poder –se preguntará Kirchner– si se está expuesto a tanta fragilidad? ¿No es esa situación la mejor prueba de la carencia misma del poder? Nostálgico, reflexionará sobre esas épocas en las que se daba el lujo de despreciar a la fortuna porque era la esperanza de los débiles, quienes sólo pueden esperar en lugar de actuar.

Triste destino depender de la suerte, esa “mujer borracha, antojadiza y ciega”, como le gustaba llamarla a Cervantes. Pero así lo indican todas las encuestas que dan empate técnico: unas, dos por ciento arriba a De Narváez; otras, dos por ciento arriba a Kirchner, y todas con un margen de error similar a la diferencia entre el primero y el segundo.

Cualquier resultado es posible, lo que significa que Kirchner ya no controla el futuro. “Me interesa el futuro –decía Woody Allen– porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.” El resto de la vida de Néstor Kirchner se decide en los próximos siete días, y por primera vez en seis años el futuro no será una conquista sino un regalo.

En el pasado, Kirchner tuvo tanto suerte como disciplina para administrarla. Pero la suerte no se puede almacenar y si de ninguna suerte debemos fiarnos, menos aún de la buena porque el porvenir será siempre impredecible, pero de lo que no caben dudas es de que “todo verdor perecerá” (frase de Bielsa a Kirchner, citando a Eduardo Mallea, en su reportaje en Canal 26 la semana pasada). En realidad, el mundo nunca envejece sino que se renueva, por eso el porvenir es siempre joven y en política siempre se habla de la nueva política que mayoritariamente es la misma con otro vestido.

Si hay alguien que no puede quejarse de la suerte que le tocó en vida es Néstor Kirchner, y si supo gozar de la suerte cuando le vino, no debería quejarse cuando se le pase. Tampoco debería desesperar: “Más de un hombre hubiera sido mejor si su fortuna hubiese sido peor”, decía Franklin con la sabiduría de haber pasado por el poder y conocer los estragos que éste produce en quien lo ejerce cuando no sabe defenderse de sus efectos autodestructivos.

Pero seguramente Kirchner no renunció aún a controlar el futuro y sigue considerando que nada puede existir sin causa. Conociendo su naturaleza, cuesta imaginarlo entregándose a los dioses como Julio César, que cruzó el Rubicón diciendo alea jacta est (la suerte está echada). Si sobreactúa, como ha venido haciendo últimamente, corre el riesgo de que le vaya aún peor.

El jueves próximo comienza la veda política y PERFIL publicará mañana sus últimas encuestas. Se están procesando en este momento pero podemos adelantar que arrojan un empate técnico con décimas de diferencia en la provincia de Buenos Aires. Como en la película de Woody Allen Match point, la pelota sobre la red puede caer hacia cualquier lado, cambiando la vida de los jugadores.

___gracias a J. Fontevecchia y a Perfil por el artículo de hoy_____

martes, 16 de junio de 2009

Así nos ven...La comedia del poder . por Julio María Sanguinetti


Bien se sabe que si todos los países son particulares, algunos lo son más, como la Argentina, esa sorprendente nación en que convivieron en su día los Borges y Bioy Casares con la siniestra Triple A, así como hoy respiran el mismo aire un líder organizador a destajo de piquetes callejeros, que lo mismo corta una avenida o copa un "casino", con artistas excelsos como el bailarín Julio Bocca o el grupo de Les Luthiers, expresión refinada del humorismo porteño. Esa zarabanda multicolor adquiere hoy particular expresión en Gran Cuñado, una parodia humorística de Gran Hermano, que dirige el animador televisivo Marcelo Tinelli. Como explicara estos días Soledad Gallego (EL PAÍS, 20 de mayo), se trata de una caricatura de los políticos que el 28 de junio dirimirán supremacías en una elección parlamentaria de medio término que incluye a la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a su antecesor y marido.

Los políticos viven aterrorizados por lo que allí les pueda pasar y la gente se ríe como si le hicieran cosquillas, porque el trabajo es técnicamente memorable, con artistas que logran imitaciones desopilantes de esas figuras.

¿Por qué tanto azareo, entonces? Pues porque un programa así, en el 2001, fue fundamental en la caída del presidente De la Rúa, un político de larga trayectoria, legislador con historia, alcalde bonaerense y, sobre todo, una buena persona, a quien la caricatura lo estampó como un hombre vacilante, distraído, casi tonto, que siempre equivocaba la puerta de salida. En una palabra, se trata de un arma terrible, como ya lo decía Maquiavelo en sus consejos al Príncipe, que podía ser amado o temido, pero nunca ridiculizado.

Hay quienes se han preguntado si era aceptable que la mismísima jefe de Estado pudiera ser caricaturizada, como lo hace este programa. La respuesta obvia es que dentro del vasto espacio de la libertad de expresión cabe la sátira al gobernante, que la han sufrido todos, aun en la vieja Grecia y en la sofisticada República Romana. La pregunta es si no hay límite, si no hay una frágil frontera en que la crítica se desborda para llegar a ser agravio institucional. La cuestión no ha pasado del debate periodístico, pues nadie se ha atrevido a llevar el tema a un tribunal y más vale así porque, en la duda, siempre ha de preferirse la libertad.

La trascendencia popular del tema impone reflexionar sobre la manera en que un programa de esta naturaleza puede transformarse en un escenario decisivo del punto de vista político, hasta dónde pueden corroerse las instituciones con la ridiculización al barrer, cuál es el punto en que la sátira termina minando la confianza ciudadana o desviando el juicio sereno de un votante hacia anécdotas y estereotipos necesariamente farsescos. Lo indudable es que el programa es un prodigio escénico por su ritmo y color, la gracia de los libretos y la eficacia de las imitaciones, que recogen a su vez el veredicto de un público que marca récords de audiencia a la hora de los sketches. Es verdad que luego del primer programa, que llevó tanta gente como la final del mundial, el rating algo ha bajado, manteniéndose sin embargo en un nivel de expectativa realmente sorprendente.

A la intriga de quién será desalojado del juego por el voto de los televidentes se le añade un elemento lúdico de suspenso que atrapa a multitudes, prendidas en la suerte de los desenlaces, con la ilusión de que con su voto van decidiendo a quiénes no soportan más. La tentación de votar en contra, esa especie de morbosa inclinación a denostar, a defenestrar, a poder responderle a alguien notorio con una bolilla negra, es particularmente seductora para el grisáceo televidente común, ese ser anónimo que en ese instante mágico de votar se siente protagonista.

En Uruguay, desde donde escribo este comentario, también se sigue el programa como si fuera propio. Cabe recordar que sigue cortado por los piqueteros argentinos el puente sobre el río Uruguay que une a los dos países rioplatenses y como ello lleva a que casi todo el espectro político del país mire con recelo al Gobierno argentino, ocurre que las caricaturas sean festejadas como si fueran asunto propio.

No es despreciable también ese efecto secundario de la globalización, que es el traspaso de las fronteras por programas alusivos a la política del vecino.

En una palabra, el homo videns de Sartori va produciendo sorprendentes productos. Y modificando hábitos ciudadanos y pautas culturales que parecían invulnerables. ¿Hasta qué punto la ridiculización de los titulares desgasta a la institución? Una república en zapatillas, sorprendida en ropas menores, ¿preserva su esencia?

Por lo menos, da para pensar en que estamos ante algo muy distinto a lo que imaginó Jefferson cuando redactaba los principios de libertad que estampó en la primera gran Constitución liberal de Occidente. Entonces, la palabra escrita era la autoridad. Nadie imaginaba que la imagen, la sola imagen, podía llegar a sustituirla, y mucho menos en el debate político, entablado en un juego de emociones, risas, ridículos, en que la razón es la gran ausente.

___ Agradecemos al diario El País de España y a Julio María Sanguinetti, ex presidente de Uruguay, es abogado y periodista.____

veamos los comentarios :

*** hipnosis 2124 :
Con toda su agudeza é inteligencia, a Sanguinetti se le escapó el detalle más obvio: TODA LA ARGENTINA ES UNA CARICATURA. De sí misma y frente al mundo. Nos burlamos o nos agraviamos frente al engendro de Tinelli, (¡flor de vivo este muchacho, no se pierde ninguna!), sin darnos cuenta que, a ésta altura de la "soiree", ya nos hemos convertido en remedo de nosotros mismos, por acción ú omisión. ¿Qué quedó de aquella Argentina de nuestros padres y abuelos?, ¿Donde está "el granero del mundo"?, ¿Se acuerdan del asadito de los albañiles? ¿Qué fue de la escuela pública argentina, el 0% de analfabetismo, las universidades, verdaderos semilleros de tantos científicos, escritores y artistas, modelos para toda América y el mundo? ¿En el país que se ufanaba de haber erradicado la poliomelitis, sufrimos el dengue, la gripe porcina, la desnutrición infantil? ¿En el país donde se dejaba la puerta sin llave, matan policías todos los días, el paco corre como el agua y los narcos se sienten como en casa? ¿"Gran Cuñado"? ¡Por favor! ¡No sigamos perdiendo el tiempo con estupideces! ¿Cuándo comenzaremos a atender los verdaderos problemas? Antes de ofendernos con Sanguinetti porque "se mete en nuestros asuntos", ¿por qué no comenzamos por cambiar de canal y dejar de darle de comer a Tinelli y su banda? Ya bastante tenemos con nuestra realidad.

*** bianchil :
Quienes hacen ridícula la política son nuestros propios políticos. .No solo desprestigian la política sino que con su comportamiento ineficaz y corrupto someten al pueblo a la inseguridad y a la miseria .Ellos nos convirtieron en un país al que el mundo mira hoy con indiferencia siendo que alguna vez pudimos representar una esperanza.Por eso senor Sanguineti,la caricatura que usted critica solo hace hincapié en la parte mas inocente de nuestros gobernantes.

*** Ivolonnino:
Es cierto que la sátira política honesta no puede ser motivo de reclamo. Como era con Tato. Pero Tato se reia de todos y todo el tiempo. El problema es cuando se hace esta bastarda recreación cómica un mes antes de las elecciones con la EVIDENTE intención de favorecer a unos en detrimento de otros (detrimento de Cobos en favor de De Narvaez). Es mas en algún "acto fallido" algún integrante de la troupe tinellista se les escapó: "A fulano es mas fácil ayudarlo...." De Narvaez también tuvo el suyo al decir: "Los muchachos tienen la onda de ayudar...." ¿A quien ? Será a él porque a Cobos lo destruyeron.....a NK no les dió el "coraje" para ponerlo muy mal,no????

*** Luis 51:
El humor estabiliza las broncas en un estadío menor al de la violencia, pero es probable que sea sólo por un rato!!, No comparto la idea que su caricaturización dañe a las Instituciones son precisamente nuestros políticos de más carne que huesos,los que con su mediocridad y miserias los verdaderos depredadores del orden Institucional. En la década del 90 el ataque a las Instituciones fue a través del cinismo y la frivolidad, hoy -sólo el que ve la calle- es a través de la violencia verbal, cambió el método, pero el desapego a los pactos de convivencia es exactamente el mismo.

*** galadriel 53:
Lo malo para la democracia es este tipo de cuestionamiento. No hay democracia sin libertad, aunque sea libertad para productos berretas. En el caso puntual de De la Rúa, lo que resultó fatal para su imagen no fue tanto la imitación sino el modo en que el De la Rua real se comportó al asistir al programa y enfrentarse con su doble. Hubiese sido mucho mejor para él que no pretendiera ponerse en un lugar en el que no sabía manejarse. La imitación hubiera pasado mucho más desapercibida. En relación a esta nueva serie de imitaciones, Krichner y Cristina se van claramente beneficiados. Aparecen como figuras centrales, con muletillas risueñas en donde son locos simpáticos, ni tontos ni malvados. Considerando las características poco tolerantes de la pareja mandataria, el tono de ambas caricaturas explica bastante bien por qué el programa sigue en el aire.

viernes, 12 de junio de 2009

La Argentina renga .por Marcos Aguinis


Cuando alguien camina con dificultad, hace esfuerzos por mantener el equilibrio y, pese a todo, se empeña en ir hacia delante, merece nuestro afecto solidario. Pero si esa dificultad tiene diagnóstico y, pese a su claridad, no es acompañado por un tratamiento adecuado, merece nuestra crítica.

Hace un par de décadas comenzó a proliferar en nuestro medio la literatura que realiza profundas e inteligentes disecciones sobre las causas de la decadencia que se infiltró en nuestro país a partir de 1930, cuando sucedió el primer golpe de Estado y empezó a cambiarse el ideario liberal de la Constitución alberdiana por el ideario controlador, estatista y corrupto de un populismo oscilante entre la izquierda y la derecha.

Los casi ochenta años de progreso en todos los órdenes que protagonizó la "Canán de América" entre 1853 y 1930 -como poetizó Rubén Darío- fueron sucedidos por otros tantos años de caída. En los 70, influidos por las ideas revolucionarias de moda, tuvimos vergüenza de ser "tan europeos" y decidimos latinoamericanizarnos. Ahí surgió la popular canción Hermano Latinoamericano que popularizó la bella voz de Mercedes Sosa. Lo conseguimos. Pero en vez de adoptar los aspectos admirables de América latina, incorporamos los horribles: más pobreza, analfabetismo, enfermedad, corrupción, ineficiencia gubernamental, aumento de la brecha entre pobre y ricos, droga y crimen. Ahora, ya latinoamericanizados, pareciera que quisiéramos "africanizarnos", porque no corremos junto a los mejores países de nuestro continente como Chile, México, Colombia y Brasil, sino a la zaga, seducidos por dictadores o semidictadores que evocan al caníbal de Idi Amín.

El dolor que sentimos se debe a la certeza de que la Argentina renguea, aunque podría caminar muy bien. Sabemos que no tiene artrosis incurable ni parálisis definitivas. No. Es un país alejado de los grandes conflictos mundiales, con sus riquezas naturales intactas, sin conflictos étnicos ni religiosos de envergadura y con recursos humanos de calidad, pese a la decadencia educativa, sanitaria y moral. Bastaría con mover un poco el timón y encauzar la República por el camino sabio que marca la Constitución: un Congreso independiente y una Justicia independiente, para que el Ejecutivo no se desmadre hacia la tiranía. En otras palabras, un Congreso donde el Ejecutivo encuentre una sana y patriótica tensión que lo fuerce al diálogo, oriente hacia políticas sensatas y le indique cuidarse de los ilícitos. Una Justicia también independiente y confiable, donde el Consejo de la Magistratura no sea al patíbulo de los jueces y fiscales que deben sancionar a los funcionarios corruptos.

Las cifras. Para que la Argentina deje de ser renga es necesario dejarla de tironear con tanta opresión oficialista. La Argentina es poderosa aún, pero arrastra lastres. Ni siquiera se atiende al hecho de que el Gobierno, nada menos, reconoce la existencia de 6 millones de pobres (en realidad deben ser más del doble). Hasta el mentiroso Indec -cuya desfiguración tendría que ser objeto de una sanción ejemplar por parte del nuevo Congreso- reconoce que el 35 por ciento de los adolescentes, en las provincias más pobres, no concurre a clases. Más aún: el 7 por ciento no ha pisado jamás un colegio (¡Sarmiento, Avellaneda, Roca!, por favor, no se revuelquen de dolor en el sepulcro). El 43 por ciento de los homicidios dolosos son ejecutados por menores de 25 años. El consumo del paco se triplicó desde el año 2005 y una dosis cuesta menos de 3 pesos. Hoy en día, con el gobierno "progre" que nos dirige y manipula, hay un consumo de paco superior al de Bolivia, Paraguay y Perú. ¡Qué bien nos va, por Dios!

Todos estos problemas -y los que no menciono por motivos de espacio-, tienen un diagnóstico. Se sabe por qué existen y por qué aumentan. No hay misterio. Se debe a la falta de trabajo y a la ética que enseña el trabajo. No hay trabajo por causas fáciles de entender. No seamos tan hipócritas de suponer que este mal proviene de una maldición bíblica o de la maniobra de una satánica potencia extranjera. Se trata de algo que se ha implementado en la Argentina por los mismos argentinos, como una inyección infecta que en lugar de curar introduce microbios.

No hay trabajo porque no hay inversión. Así de simple. Las fuentes de trabajo sólo se abren mediante inversiones. Insisto: así de simple. En este milagro no funciona la varita del mago Merlín ni el Estado omnipotente que dilapida sus recursos en la corrupción desenfrenada y el impúdico clientelismo. Nuestra falta de seguridad jurídica -que no cesa de manifestarse mediante "nacionalizaciones" innecesarias y maniobras que llevan dinero al bolsillo de funcionarios inescrupulosos- ha determinado que el pueblo argentino sea el que menos ganas tiene de invertir en su propia patria. Somos lo opuesto de varios hermanos latinoamericanos, pese a la canción popularizada por Mercedes Sosa. Por ejemplo, los brasileños no salen del real y por excepción compran un dólar, los chilenos no mandan dinero al exterior, tampoco los uruguayos. Los argentinos, en cambio, somos el pueblo que más dinero envía al extranjero para salvarlo de las dentelladas que le aplica el Estado de forma súbita, irrespetuosa y paralizante. Lo hizo el mismo Néstor Kirchner cuando era gobernador de Santa Cruz (dejo para otra ocasión la demanda por el informe que él nos debe sobre el periplo internacional de ese dinero y el destino de sus comisiones e intereses).

En definitiva, la renguera es curable. Y si no se la cura, los responsables somos nosotros, que no hacemos lo suficiente para que ello suceda.

__excelente artículo de marcos Aguinis para La Nación de hoy_____

Y ahora los comentarios siempre tan jugosos:

*** don Verídico:
Extraordinaria nota, con toda humildad, agregaría a lo escrito por el amigo Marcos, que para comenzar a caminar ese camino virtuoso de acatamiento a la Constitución y Leyes, es necesario tener un gobierno que, justamente haga de estas leyes, una obligación, del que esta en funciones, es imposible pensarlo, por ello estimo que tendríamos que comenzar nosotros los ciudadanos a solicitar como ultima acción antidemocrática PEDIR A LAS AUTORIDADES EN EJERCICIO, RENUNCIEN, NO PROLONGUEN MAS NUESTRA DECADENCIA, PENSAR LO QUE VA A SUFRIR NUESTRA PATRIA CON DOS AÑOS MAS DE VUESTRA ADMINISTRACIÓN ES DEMASIADO, QUE LLEGAREMOS AL BICENTENARIO CON UN GOBIERNO QUE NO ES PATRIOTA, ES EL COLMO DE LOS AGRAVIOS A LOS QUE FORJARON NUESTRA NACIÓN.-

*** Santos Ricardo :
Excelente comentario, Marcos. Pero para los políticos argentinos, la ignorancia es política de Estado. Un DNI=un voto. Lo mismo vota un premio Nobel que un ignorante. La gilada tiene valor político incalculable y sale muy barata: un voto=un chori. Y si está drogado ni se entera.

jueves, 4 de junio de 2009

No lo escrache: sólo rómpale los huevos. por David Rotemberg


Últimamente, en los medios se habla con demasiada liviandad de los llamados escraches (bah, últimamente en los medios se habla con demasiada liviandad de todo).

Veamos: según el diccionario, escrachar significa “romper, destruir, aplastar”; por eso (y basándonos en esta definición) está muy bien que todos nos pronunciemos en contra de este tipo de acciones, pues, tanto quienes estamos de acuerdo con los motivos del escrache como quienes son partidarios del escrachado, estamos en contra de la violencia. Y, paradójicamente, pronunciarse en contra de la barbarie queda bárbaro.

Ahora bien, póngase en el lugar de esa persona que se siente violentada en su propiedad privada, en su libre deambular, en su actividad laboral y hasta en su vida diaria. No, querido lector, no me refiero ni a Scioli, ni a Rossi, ni a ningún otro político, sino a la gente común del interior que se siente escrachada (o sea, rota, destruida, aplastada).

Porque eso es lo que sienten exactamente cuando votan a alguien y luego ese alguien hace todo lo contrario de lo que les prometió, y además los chorea y los insulta (¿qué cosa es llamar a toda la gente de campo “oligarca” y “golpista” si no un insulto?).

Y no sólo eso. Ese político, cuando fue candidato al cargo que hoy ejerce mientras se candidatea para el próximo escalón, visitó su ciudad, su pueblo…, su “casa”, durante la anterior campaña para prometerle cosas, derechos, resarcimientos, trabajo, salud, vivienda, etcétera. Luego, además de no cumplir un carajo, ese político apoyó ferviente y vehementemente a quien se cagó en derechos y contratos preelectorales, justificándolo todo con un lacónico “el pueblo nos votó” (como si el voto, en lugar de crear obligaciones, sólo diera derechos; o, en lugar de legitimidad, les diera total impunidad).

Hoy, esa gente, no sólo se siente defraudada, sino también forreada (no figura en el diccionario, pero es más o menos “usada para un polvo y luego descartada”). Porque no sólo los cagaron durante al menos los últimos dos años, sino que además esos mismos políticos hoy vuelven a su ciudad, su pueblo…, su “casa”, a pasearse y pavonearse muy campantes en sus autos y helicópteros oficiales (que yo sepa, el diccionario no define “oficial” como “garpado por la gilada que vota”), mientras prometen más cosas y no dan explicaciones de lo incumplido, como si nada hubiera pasado.

Entonces, le pido a quien “escracha” que no se ensucie las manos golpeando y lastimando a quienes lo defraudan: no sólo es un delito, sino también una acción que puede generar peores consecuencias, lo cual nadie quiere (bah, creo que nadie quiere, pero ahí anda Kirchner…, quién sabe).

Haga algo más justo: si usted se siente ensuciado e insultado por un candidato, ensúcielo e insúltelo; si se siente forreado, forréelo, y si le rompieron los huevos, aproveche que están rotos y tíreselos. De este modo, al sentirse sucios, los políticos harán lo de siempre: poner cara de póquer y… lavar.

Use la otra acepción de escrachar: “fotografiar a una persona” y, por supuesto, no lo vote (o sea, sáquele una foto y que, tras la elección, se vaya a su casa con el c… roto).

Eso sí, por favor: no le pegue, no lo lastime, no le robe… ni lo rompa ni destruya ni aplaste. Ese tipo de escrache sólo se permite desde el poder.

---Agradecemos a Crítica Digital y a D. Rotemberg _______

leamos los comentarios :

*** monguito del campo :
Es precisamente el contenido de este artículo el que nos anima a escribir casi todos los días. Tanto maltrato oficial hace hervir la sangre de gente muy tranquila y de trabajo. Si todos los días nos levantáramos escuchando que se van haciendo pequeños avances sobre las cosas, sabríamos que vamos en la dirección adecuada. Pero cuando lo único que escuchamos son anuncios propagandisticos vacíos de hechos concretos, caemos en la cuenta que nos gobierna una gran mentira.

*** Pablo :
Los escraches son un síntoma, y si no se atiende el síntoma la enfermedad se agrava. Si vemos la historia de distintos países donde ocurrían cosas similares y no fueron atendidas, podemos constatar que el descontento que pasa del mal humor a la acción de tipo escrache luego se transforma en violencia abierta, con tiros, palos, bombas molotov, heridos y muertos. Ya estamos viendo algunos intentos de linchamiento; después puede llegar a ser peor. El descontento en el interior es muy grande y un día puede explotar de una forma que todos vamos a lamentar. Con decir que se trata de grupos de tareas, tractores por tanques, etc. solamente se agrava la cosa y es responsabilidad de los gobernantes pensar más y mejor que la gente, y no al nivel de otra patota.