martes, 4 de diciembre de 2007

La Contradicción de Cristina . por Nelson Castro para editorial Perfil


CRISTINA FERNANDEZ DIXIT cuando le tocaba votar ley de emergencia económica como senadora: “…Sigo creyendo que no se puede votar de acuerdo al color del partido que está en la Casa Rosada, porque yo no vine a esta bancada a representar al que está en la Casa Rosada, sino que vengo a representar en esta institución, y en este caso puntual, a los hombres y mujeres radicales, peronistas, frepasistas e independientes que quedaron allá en Santa Cruz... También podría decir, señor presidente, que hace diez días voté a favor de la derogación de los poderes especiales, que no aprobé cuando era diputada, a favor de De la Rúa y Cavallo, pero no porque eran ellos sino porque creo que uno de los temas esenciales de la representación política en la Argentina y del prestigio del Parlamento que hoy tienen las instituciones del pueblo es, precisamente, que no nos sienten representantes de los intereses de los ciudadanos. Sienten que representamos los intereses de un partido, de un sector o de una casta –pónganle el nombre que quieran–. Eso es lo que siente la gente.”
A esto agregaba la entonces senadora por Santa Cruz y hasta el miércoles pasado, por la Provincia de Buenos Aires: “…Yo no quiero dejar más mi vida y mi patrimonio y el del resto de los argentinos en manos de un funcionario que decida sobre estas cosas, porque ya sabemos cómo ha sido la historia. También podría decir que no colocar en manos de un funcionario los intereses que nosotros tenemos que representar y por los que tenemos que velar va a hacer también a la legitimidad de las instituciones.”
En relación a su defensa del senado también es contraria a la verdad la apología de la mejora de la calidad institucional en referencia al mismo que hizo en su discurso de despedida de la Cámara. Veamos.
El Senado sesionó este año en tan sólo 17 ocasiones, según el siguiente cronograma: Febrero: dos veces (días 13 y 28).
Marzo: dos veces (días 14 y 28).
Abril: dos veces (días 25 y 11).
Mayo: dos veces (días 2 y 23).
Junio: dos veces (días 6 y 27).
Julio: una vez (día 4).
Agosto: dos veces (días 8 y 22).
Septiembre: No hubo sesiones.
Octubre: No hubo sesiones.
Noviembre: 4 sesiones (días 7,14, 21 y 28).
Considerar que un Senado que sesiona tan poco es sinónimo de una mejora en la calidad institucional se asemeja más a uno de los números mágicos del INDEC con los que el Gobierno quiere hacernos creer que lo que pagamos 4 en realidad vale 2.
(fuente: art perfil.com.ar art. de Nelson Castro "La contradicción de Cristina")

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