miércoles, 15 de abril de 2009

Sombras, nada más. por Abel Posse


Por fin, después de mucho, alcanzamos la cumbre del surrealismo. La voluntad infatigable de K nos entrega una verdadera revolución biológico-política. Hasta ahora nos manejábamos con personas, cargos y electores de carne y hueso, votados por seres humanos. En tiempos de la clonación y de la biogenética logramos la multiplicación de los talentosos dirigentes provinciales y probablemente de algunos ministros y familiares aptos y probados de la familia oficialista.

El votante es invitado a un novedoso ejercicio metafísico: para legislador o concejal -objeto de las elecciones adelantadas- tendrá que votar por un ser que le promete no ser. No habitar el cargo. El elector dará testimonio de su voluntad de sostener el agonizante kirchnerato a través de un Doppelgänger, un dirigente virtual. Algo digno del universo electrónico y global.

Se sabe que nadie es insustituible y K usa esta verdad transformando al gobernador en diputado o concejal. Como bien dice el tango somos solo "sombras, nada más". Todos los hombres son fungibles y más en un "movimiento" que tiene la fluencia y flexibilidad del gas. Además la vieja escuela de verticalidad -que algunos de mala fe confunden con sumisión o genuflexión- transforma al verdadero militante en un ente debidamente ubicuo según las necesidades tácticas o estratégicas. (Es la escuela de aquel que dijo: "Yo no soy consecuente sino obsecuente del General?")

El "modelo" para salvar e incrementar nuestro enriquecimiento, seguridad y dignidad nacional no puede frenarse porque alguien objete a Scioli descender a diputado virtual.

Sin embargo varios intendentes importantes, engolosinados con su creatividad no aceptan fácilmente estos enroques de los que bien podría no volverse de la virtualidad a la realidad, como en los experimentos del profesor loco de las películas.

La apertura de K podría extenderse para bien de toda la Nación ahora que todos somos hijos de una misma y unificada patria más allá de la superada provincialidad. Estamos, como bien se dijo, entre el modelo y el Caos, el consorte no debería ser tímido en multiplicar este invento.

¿Cómo no apoyar a Gioja con Scioli como diputado, o ayudar en la díscola Gualeguaychú mandando a Randazzo de concejal virtual o a Ocaña a la Legislatura del asolado Chaco. ¿Y porqué no también a Scioli en la Capital, donde no hay nada? Prácticamente tendríamos una clase dirigente virtual como para mejorar todos los puntos conflictivos del país. En cada funcionario, K descubre esa alma astral que trastornó a los espiritistas de Allan Kardec durante tantos años.

No es extraño que en este panorama K se esté guardando el as de espada: la reina. Porque la reina es la pieza más móvil y podría cruzar el tablero en todas las direcciones y diagonales.

Pero como todo lo innovador debe enfrentarse la máquina de impedir que frena tantas veces a los argentinos. En el búnker de K se temen los susurros jurídicos que se intercambian desde sus catafalcos de caoba los miembros de la Corte: "¿Cómo es posible que uno tenga que votar a quien nos asegura que no asumirá al cargo ni loco? ¿Corresponde la figura de fraude? ¿Qué piensa usted señor ministro? ¿Y si se queda con los dos puestos? En la Argentina podría pasar, hemos visto cosas peores, señora ministra, como haber condenado con ley posterior al crimen o haber respetado un indulto por mitades? O no aplicar la ley más favorable a un imputado que tenía obligación de actuar órdenes de su superior (con riesgo hasta de perder la vida si era militar).

"Sin embargo intuyo, respetados colegas, que esta vez hemos tocado fondo, nos quedamos fuera de todos los códigos del mundo y antes del Derecho Romano".

__-excelente artículo de A. Posse y dibujo de Nik para La Nación de hoy______

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