viernes, 31 de julio de 2009

De ladrón estable a ladrón errante . Por Roberto Cachanosky


En varias oportunidades he utilizado el ejemplo del fallecido economista Mancur Olson, en su libro Poder y Prosperidad, sobre la historia de los ladrones errantes y los ladrones estables. Cuenta Mancur Olson que un pueblo de China era constantemente sometido al saqueo de bandas de ladrones errantes. Los ladrones errantes son aquellos grupos de delincuentes que entran en el pueblo y, como no piensan quedarse a vivir en él, le roban a la población todo lo que tiene. Esa población vive en la mayor de la pobreza porque tiene pocos estímulos para producir y mejorar dado que saben que, en cualquier momento, aparecerá la banda de ladrones errantes a robar para luego irse a otro pueblo a seguir robando. ¿Para qué producir si todo el fruto del trabajo es robado sin piedad por los ladrones errantes?

Esto sucede hasta que un día aparece el ladrón estable, que es aquél que entra en el pueblo con su banda de delincuentes con el objetivo de quedarse a vivir allí. Ahora bien, el ladrón estable les ofrece a los habitantes defenderlos de los ladrones errantes a cambio de una parte de los bienes que producen. Es evidente que, en términos relativos, los habitantes de ese pueblo van a estar en mejores condiciones bajo la opresión del ladrón estable que sometidos a los constantes ataques de los ladrones errantes. El ladrón estable sabe que, para diferenciarse del ladrón errante, tiene que robar un poco menos que éste, porque si no el habitante del pueblo va a estar en un punto de indiferencia. Además, el ladrón estable tiene que darle algún estímulo al habitante del pueblo para que siga produciendo y le transfiera parte de sus bienes a él. Si el ladrón estable actuara de la misma forma que el ladrón errante, el habitante del pueblo no tendría estímulos para producir y no podría mantener al ladrón estable.

El ejemplo de Mancur Olson viene a cuento para analizar la situación fiscal y el comportamiento del gobierno que, en el ejemplo de Olson, quiere obtener los beneficios del ladrón estable comportándose como un ladrón errante; algo inconsistente desde el punto de vista económico.

¿Cuál es uno de los más graves problemas del Gobierno hoy? La crítica situación fiscal. En el primer semestre de este año tuvo un déficit, luego de pagar los intereses de la deuda pública, de1734 millones de pesos. Si bien son varias las causas que explican esta situación fiscal hay un dato relevante: mientras los ingresos totales aumentaron al 12% anual, los gastos totales subieron a una tasa del 31% anual. Para ser más gráficos, tomemos el ejemplo de una familia que gana $ 100 mensuales y gasta $ 70. Pero al mes siguiente le aumentan los ingresos a $ 110 y lleva los gastos a $ 100. Al tercer mes, los ingresos vuelven a subirle $ 10 llegando a $ 120 pero los gastos los eleva nuevamente a $ 130. En el primer mes tenía un superávit de 30 y en el tercer mes tuvo un déficit de $ 10. Este ejemplo, que es fácil de comprender para cualquier persona no especializada en economía, es trasladable al sector público. El Estado aumentó su gasto a un ritmo mayor al de los ingresos al entrar en recesión y en déficit fiscal, que sería mucho más grave si no hubiese recurrido a diferentes cajas de urgencia.

Frente a esta evolución fiscal, que viene de hace rato, el Gobierno intentó el año pasado, vía la resolución 125, apropiarse de una mayor renta de los productores agrícolas. Luego confiscó los ahorros en las AFJP y los flujos. Ahora estableció un "tarifazo" en el gas con un alto contenido impositivo (60% de la cuenta son impuestos), tomó utilidades del BCRA por diferencia de cambio; postergó el pago a proveedores del Estado; demoró los reintegros y devoluciones de IVA; se endeudó con el Banco Nación y otra serie de medidas por el estilo que, en muchos casos, afectan el derecho de propiedad. Esto ha llevado a la economía a un profundo proceso recesivo que lejos está de ser explicado por la crisis internacional ya que los precios de los bienes primarios y manufacturas de origen agropecuario siguen siendo altos luego del pico del 2008.

El Gobierno, con esta voracidad por dinero para financiar sus gastos corrientes consiguió que la producción agrícola bajara de 95 millones de toneladas a 60 millones. Si bien es cierto que hubo una seca, también es cierto que las políticas adoptadas desincentivaron el uso de agroquímicos bajando aún más los rendimientos y también destruyó la ganadería y la lechería con sus medidas regulatorias.

Al ver el comportamiento que viene teniendo el Gobierno es claro que frente a los crecientes problemas fiscales busca nuevas fuentes para obtener fondos, lo que ha llevado a una fuga de capitales de U$S 43.000 millones desde el tercer trimestre de 2007 hasta el segundo de este año. Así, dejó sin ahorro al mercado interno para financiar inversiones y consumo.

Un solo dato nos muestra el comportamiento fiscal del Gobierno. En el primer semestre de este año los ingresos corrientes del sector público se incrementaron en $ 12.616 millones. De ese monto, sólo el 8,9% se explica por mayor recaudación de impuestos. El 89% proviene de incrementos en el sistema previsional. Dinero que antes ahorrábamos en las AFJP y ahora se los queda el Estado para financiar gastos corrientes. Este solo dato refleja cómo agoniza la economía ante el avance del Estado sobre la propiedad privada y la falta de reglas de juego de largo plazo. La única regla que parece imperar es la de buscar nuevos sectores para que el Estado pueda financiar su descontrolado gasto público. Por lo tanto, se fugan capitales y se ahoga la actividad económica. Así, quedan menos recursos para transferirle al Estado.

Es decir, al igual que en el caso del pueblo de la China de Mancur Olson que citaba al comienzo, el Gobierno quiere tener los beneficios de un ladrón estable comportándose como el ladrón errante, y eso es inconsistente porque la gente no tiene estímulos para producir. Fiscalmente, el Gobierno mutó de ladrón estable a ladrón errante. Ahora bien, si no hay estímulos para producir, no se genera riqueza que produzca ingresos impositivos y la caja tenderá a agonizar cada vez más.

La inconsistencia de las políticas del Gobierno es lo que lleva, justamente, a una crisis fiscal cada vez más aguda. Por eso, no tiene que preguntar de dónde sacará los fondos si bajan las retenciones a la soja. Lo que tiene que preguntarse es cómo hacer para que la gente vuelva a producir y a tener confianza.

____Gracias a La Nación y a R. Cachanosky por el artículo de hoy _____

leamos los comentarios:

*** Rober Peres :
Este gobierno popular que pretende hacernos creer que su política es distributiva, se caracterizó por castigar a la producción en todo su espectro (campo industria energía construcción) beneficiando a los no productivos (desde Hiper a kiosko - financieros - servicios - juego - bolsa de valores) . Los números por mas que los quieran esconder nos dicen que producimos cada vez menos, o sea que la torta es cada vez menor. Pregunto ¿No será el momento de hacer cambios para que el aparato productivo reaccione? Creo que no saben como y no lo quieren reconocer. El daño que le están haciendo al pais es enorme y todavía no llegamos al 2011.

*** ginecológica :
Excelente nota, muy clara y real. Creo que nuestro pais, si sigue poniendo trabas a la producción y a la exportación, va a tener que emitir, y ahí sí que Moreno va a tener que mentir de lo lindo para ocultar una inflación caótica mucho más grande que la semicaótica que hay ahora. Argentina debe ser el único pais del mundo que pone retenciones en vez de subsidiar la producción agrícolo-ganadera, y volver a ser el país pionero en ese rubro. Si quieren aumentar la mano de obra, aumenten la superficie cultivable, no sean tontuelos, y para eso garantizar beneficios es la única forma de lograr emprendimientos.Pero que no aumente el valor agregado creyendo en exportar manufacturas porque en otros paises resultan más baratas... Sinó, nos va a pasar lo mismo que a Cuba, que dejó de ser lider azucarero y creyó que el turismo los iba a sacar de la miseria.Resultado: campos degradados, y sigue la hambruna. Pero el turismo sanitario es excepcional.

*** licuadora :
Agarras cualquier libro de economía, sea Keynesiano, liberal o la ideología que mas te guste, y todos dicen que en épocas recesivas como esta, para incentivar nuevamente la producción y el consumo, se debe aliviar la carga tributaria y el Estado absorber dicho peso mientras pasa el temblor. Nuestro Estado podría haberlo hecho si en la época de bonanza no se hubiera utilizado el dinero extra obtenido para hacer clientelismo político o bien llevarselo a su casa ciertos particulares que incrementan su patrimonio inexplicablemente. Si miramos a otros países, hay planes de rescate, baja de tasas, etc. Al ser un período recesivo y bajar la carga fiscal, los precios son más bajos animando al consumo, lo que luego anima la producción para volver a la normalidad. Acá sube todo, los impuestos, los precios, la producción y el consumo baja cada vez más... Así nos dejaron una y otra vez nuestros corruptos políticos de turno. Sinceramente perdí todas las esperanzas para con mi país.

*** Jackson 5 :
los Kirchner llegaron al gobierno como fruto de una trapisonda de Duhalde con el 22% de los votos, manejaron un discurso de izquierda que les hizo contar con la simpatía del zurdaje burgués argentino que siempre ha luchado por lograr algo más que el típico 10 % del electorado que manejan habitualmente y contaron con una formidable fortuna de condiciones excepcionales de precios internacionales de lo que nosotros producíamos que les ha permitido hacer creer a un montón de ilusos que el gran crecimiento económico se debía a su gestión. Todo ha sido una verdadera farsa y después de algunos años se ve lo que verdaderamente son: nada distinto de tantos otros ineficientes y corruptos gobernantes que nos hemos sabido ganar a lo largo de la historia y peor a muchos otros.

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